viernes, 20 de octubre de 2017

El Cuchillo y el
 Risco del Sol.

16/10/2017


Cuanto más grande es el esfuerzo, más grande es la satisfacción que deja. 

          Lo que sentimos este día… fue una satisfacción muy grande, ya lo creo que sí... 

Las primeras luces del día son impactantes y bonitas, son ocres, rojas y amarillas de una intensidad y textura que se deja querer.

Esa luz parece salir del mismo interior de la tierra, como si de una caldera de leña se tratara, desprendiendo un aroma a madrugada y a día fresquito a la vez.

 Parece que la percibimos solo por los ojos, pero es en la piel donde marca su territorio en mi recuerdo.


 Basta con frotarse los brazos con la palma de la mano una sola vez y se puede respirar ese día con todo su potencial por delante, sin duda es el inicio de algo…de una jornada entre amigos, por ejemplo.







           
                     


Esta ruta como otras que hacemos a la sierra de la Paramera por su cara sur, la solemos empezar en Navaldrinal. Atravesando el pueblo subimos por un camino de cemento que nos comunica con norte del pueblo y allí, en una explanada es donde dejamos los coches. Es un poco lioso aprender esa subida, pero la gente del lugar es muy madrugadora y está dotada de una amabilidad sin límites…



Risco Redondo y el Zapaterillo, con ese pijama de noche de color ocre…
                        



                Cada paso es un recuerdo, de que la noche que se va y del día  esta por venir…








La luz que viene después del despertar el día, nos deja un regalo para los sentidos en forma de imágenes. Es el nacimiento de la luz y del color...en un estallido delicadamente espectacular…











Debemos subir a ese collado, para luego encaminarnos al Risco del Sol. Pero antes una visita al Cuchillo…





El camino que empezamos es un poco abrupto y con el inconveniente de la vegetación y las cercas de piedra, ya que nos vemos obligados a caminar por huertos y sobre todo por un cauce de un riachuelo, que trae poca agua, pero el espesor de esa vegetación es un incordio a tener en cuenta…



Los Hitos en estos parajes, nos tienen un poco desorientados, no pudimos adivinar o imaginar ¿Qué coños hacían estos dos tan grandes en este lugar, y para qué podían servir…?




Esta caseta, por cierto, tenía mejor aspecto por dentro que por fuera, con sus vigas de madera y un espacio que no se aprecia desde el exterior…





En esta vista, tomamos el primer contacto visual con el Cuchillo a un tamaño poco apreciable todavía…



Perdonar, pero me pierde la tentación de querer jugar con la  luz de este momento…



El palo del Ameal, compite en verticalidad con el Cuchillo, allá a lo lejos...





Curiosidades del camino de hoy, es la segunda vez que lo vemos, un espejo en un árbol. Pero en esta ocasión con intermitencia y luz de freno…y unas sospechosas muescas en el tronco…esto es para “Cuarto Milenio…” No me cabe duda…







En esta vista general desenfocada, unas moras nos expresan su falta de agua durante su proceso de maduración…




Peña Cabrera es albergue de nuestros amigos y compañeros de viaje, los Buitres, como bien indica nuestro logo. Se puede apreciar el guano que blanquea en las rocas altas …












Es aquí cuando la vegetación y las huertas nos complican un poco la marcha.








El Cuchillo desde aquí, se parece más a una mano indicando al cielo con su dedo…que a otra cosa...












Esta es la parte más dura, por un lado está el desnivel qué, si bien es lo suficiente pendiente como para fatigarnos, el suelo no es lo mejor para pisar, con piedras y montones de hierbas…


A partir de aquí la cosa cambia, encontramos una trocha y unos hitos que nos llevarán al alto con un poco menos de esfuerzo…





Sí, son buitres que parecen salir a saludarnos…


¡Hola...colegas del campo…!






Al cambiar el ángulo de visión, el Cuchillo parece otra cosa…



Esto es el Cuchillo, pero se puede ver desde otras perspectivas…







Es hora de foto de grupo…




















Una vez coronado el collado que mencionaba al principio, pasamos una alambrada de espinos, que abre a una altiplanicie que no creí que existiera en este alto, pero sí, si existe…



No pude por menos que hacer una foto al cartelito, había una inscripción en letras de vinilo muy curiosa...

 “Desde la cima con tu prima” 

Tiene su miga ¿Qué querrá decir, o es solo una rima... con tu prima…?





Ahora que hago memoria, si recuerdo este tramo, es un espacio que separa Peña Cabrera con la cuerda del Zapatero…









Este tramo, nos retrasa un poco porque andamos entre retamas, pero más adelante encontramos una trocha y los venditos hitos que nos llevarán por buen camino…


Se puede contemplar el Valle Ambles, a pesar de que la canícula difumine su color y su definición.















 Divisamos el Risco del Sol por su cara norte, pero la atacaremos por el sur-oeste.




Las rocas siempre nos llaman la atención…




























José Luis con un brote de AC/DC…





¿Esta parece un duende tocándose la barriga…?

¡O...la tiene muy larga...!









En esta no cabe duda, es una esfinge a dos mil metros de altura…












Este roquedal es la parte oeste del Cuchillar, que también tiene su atractivo…





Qué maravilla, qué paisajes…
















Aquí nos quitamos las mochilas y comenzamos a trepar por las piedras para hacer cima…














¡OKa…!








Teníamos que sacar al sol los Cuernos
 de 
Rock &roll



Risco del sol, 2113m.



Perdonarme por este brote de postureo…

…pero qué coño…también tengo derecho a un poco de vanidad (Orgullo de la persona que tiene en un alto concepto sus propios méritos y un afán excesivo de ser admirado y considerado por ellos).


 ¡Ala “Pabajo” …!









Almuerzo y retorno…
















Esta vez no nos perdimos entre los ramos, fuimos por la trocha marcada por hitos…






Peña cabrera está insinuándose, como buena sabedora de sus encantos, habrá que probar de sus mieles y decir a que saben…








Esta vista es para compartir…es…especial para los sentidos…









El viento mueve los pelos de alguno y los cabellos de otras…






Nos encontramos nuevamente con el Cuchillo, no tuvimos más remedio que hacer una sesión más de fotos, de este monolito natural…



















¿No sé por qué no puedo quitarte el ojo…?


Esta foto es de Julia, yo no la vi…pero estaba allí…



Azafrán serrano.






En el descenso no nos la jugamos tampoco, trocha e hitos…




Cuando cambia la luz y la perspectiva, parece que cambia el concepto.
 ¿Ahora es una peineta al cielo, a que sí…?



Parece una gran masa cortada por unas garras gigantes…que no dejan de provocar e insistir en llamarnos…





Un poco de color otoñal…











Con esta imagen comenzábamos el ascenso y con ella, pero con otro color muy distinto, vamos alejándonos de la sierra queriendo llegar al coche…


Ese fue nuestro punto elegido para esta ruta El Risco del Sol.


Decidimos abandonar el camino que hasta ahora llevábamos, divisamos otros hitos que pudieran llevarnos por un atajo más corto que el pisábamos, pero no nos fiábamos mucho en un principio por su tamaño, pensábamos que son los que nos desorientan y no nos guían por el camino correcto…













Bueno, un poco de orientación si nos dieron, pero lo que más valió fue el sentido común…que nos puso en unas huertas de vides medio abandonadas, que comunicó con el río que baja del Zapateo y desde allí, al camino que lleva al pueblo…













A forma de resumen de la caminata os dejo estos mapas y registros de la ruta.











El resumen de este día es sencillo, luz, color, paraje espectacular, buenas vibraciones, no sé…todo eso que buscamos cuando salimos y que en ocasiones como esta, se juntas todas estas premisas para dar gusto a nuestro corazón y mantener la ilusión puesta en el grupo.

Puede parecer que estas palabras suenen a ñoñería, pero seguro que a los que fuimos y recogimos esos valores en forma física de un paseo, no pensamos igual.

En las ocasiones que la luz, esa luz, que tanto nombro y que es imprescindible para la fotografía, se alían conmigo para registrar nuestras peripecias, ocurren cosas como estas, que nos hacen sentir orgullosos de cada paso y de cada día de campaña en esa cruzada contra la rutina y no dejar pasar la vida sin la necesidad de un contacto con el mundo y sus maravillas.

Gracias a los que comprendéis, que la familia puede estar en forma de grupo y qué, con un poco de entusiasmo puesto en un deseo común, hace que nos sintamos a gusto además de acompañados, cada vez que contemplamos estas imágenes que reúno en mi humilde blog.

Gracias Kminantes…  








 Fin. 

Jamm.