Entre Pinares,
Las Navas del
Marqués.
9/10/2017
Caminante no hay camino, se hace camino al andar…
Como eslogan, esta
frase no tiene precio, es acertada y menciona el nombre que pusimos a este
proyecto de amistad. No sirve pretender hacer una asociación legal de ello,
rompería la magia de grupo, el nexo es la voluntad de querer…no se obliga, no
se impone, sí se desea…
¿Qué mejores
principios se pueden pedir…?
Nuestros estatutos no
están escritos, salvo que se pueda leer un rostro. Nuestra ilusión es la
posibilidad de juntarnos, nuestro sentido, es el sentido común. Nuestro fin,
somos nosotros.
En este día inauguramos la tercera etapa de la
historia de “Kminando”, alguien pude pensar que no nos rompimos la cabeza
eligiendo el nombre. Con el tiempo, me di cuenta y experimenté una sensación en
la que ese nombre, no lo entiendo solo como una palabra, he llegado a
comprender que el nombre en realidad, no es una palabra, es un sentimiento, y eso
explica la sencillez de dicho nombre. Y da que pensar sobre el fin de este
proyecto, has de verlo así, como un sentimiento y no palabra. Una vez que así, lo
comprendes, puedes sentirte integrado definitivamente en el significado de “Kminando”.
Para empezar este relato, un
poco de Impresionismo…
Dejamos los coches a la
entrada del pueblo, cerca de la caseta de información, allí Raúl posó con unos
paisanos, como si uno más de ellos fuera.
Escogió José Luis una ruta liviana, para atraer al personal que no creía que sus facultades físicas estaban a la altura de una larga caminata.
Empezamos a andar tomando dirección
sur-este,
cruzando la carretera de entrada al pueblo por la rotonda, pero por el paso subterráneo,
y seguimos el camino que continuaba desde allí…
Unos ocho kilómetros, más
menos…
Pronto llegamos a un mirador,
en el que al lado había unas rocas, que también, pronto llamó la atención de
los más cabras, no hace falta que mencione a ninguno.
Ellas prudentes y no cabras, prefirieron retratarnos haciendo eso...la cabra…
Siempre es grato tener nuevas
caras, sean bienvenidas María Jesús y María del Puy, esperamos que sea este el
inicio de una larga y grata compañía.
La mañana empezó soleada y
frasca, de casi toda ella pudimos disfrutar de un clima especial para caminar.
Pronto encontramos un enclave
perfecto para la foto de grupo, bueno las fotos de grupo…
Raúl, no empieces…
La luna quiso posar para la
ocasión…
Esta flor se llama “Quitameriendas”
(Merendera montana, de la clase Liliáceas) para que no la olvidemos, abunda
mucho por todos lados, y el nombre es fácil de recordar.
Es parecida
al “Azafrán Serrano” (Crocus Carpetanus). Pero hay diferencia si te fijas.
(Foto de la ruta de la Ermita
de la Piedad, de febrero de este año)
La ruta a pesar de tener
alguna cuesta arriba y cuesta abajo, no fue dura en ningún momento, lo justo
para hacer boca de cara a la temporada.
Nunca es tarde para que Raúl
nos demuestre sus habilidades como…eso …un artista de la imaginación...
...pero con
un ramalazo muy gordo…también hay que decirlo.
Salto de tronco, modalidad “Gonzalo”
Interpretada por…
¿Quién podía
ser, más que Raúl…?
Nos encontramos una silueta que nos resultaba familiar, es la de un vértice geodésico, no hay duda de que hacer…
¡Esperarme…que yo no había
salido en la foto…!
Este es el “Pensador” de piedra y el “pensador” que tiene la cabeza como
tal…
Esto es una maravilla, y no lo digo solo por la escultura,
si no, por la idea de poner cosas en
medio del campo para disfrute de
paseantes.
El camino fue todo por pista
forestal y algún tramo de trocha, pero todo ideal y bonito.
También hubo tiempo para el
descanso y almuerzo.
En esta población como en
otras de grandes extensiones de pinares, se empieza a gestionar el aprovechamiento
de recursos naturales como es la resina. Impulsados por ayuntamientos y con ánimo
de dar empleo a esa parte de la población que no tiene un sustento digno. Bien,
por pensar alguna vez en la población que más lo necesita.
Retornamos por donde vinimos, y con las intenciones de comprobar la fama de algún bar en cuestión de aperitivos…
Esto que tiene Raúl se pega…la
simpatía y el buen humor…
El resumen de esta
jornada ya está dicho, pero lo que no se dice es lo bien que lo pasamos y lo
que disfruto haciendo fotos. Sé que los que intervienen en cada marcha, a esos
no hace falta decírselo, ellos al igual que yo, lo damos por sabido, cuando
volvemos una y otra vez.
Es por vosotros los
que me animáis cada vez que decís que os gusta el reportaje por lo que sigo con
ello, es mi principal fuente de inspiración.
Gracias a Kminando y
a su espíritu, por mantener viva y fresca la ilusión de muchos domingos en
disfrutar de rutas y compañeros, y por
participar en esta aventura que se llama amistad.
Fin.
Jamm.
muy poetico para comenzar la temperada. Gracias y hasta la próxima.
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