martes, 7 de noviembre de 2017


Barranco del
Cambronal.

PR-AV 10




5/XI/2017


Si  tuviéramos que clasificar rutas, seguro que encontraríamos un adjetivo adecuado para cada una de las que anduviéramos. Porque dependemos del trazado, del día que salga y sobre todo de la estación en la que estemos. También habría que tener en cuenta otras muchas cosas sin duda, pero en líneas generales y sin complicarnos la vida, estas situaciones son lo bastante orientadoras como para opinar sobre ellas.

Con las razones anteriores puedo decir qué, aunque el día apostaba por no darnos ninguna satisfacción,  el sino si fue complaciente, y la estación otoñal puso una nota de color y una oportunidad que sí, supimos apreciar y sobre todo disfrutar.

Pero como mi mente diría…Una pasada de color y de temperaturas…Un flipe…pero sobre todo muy bonita…

Dejo en vuestras manos la valoración, o mejor dicho, en vuestra vista…




Hoy iniciamos la ruta en el pueblo de Navaluenga, que está como a unos cuarenta minutos de Ávila capital. Es necesario cruzar el pueblo y el río, se puede hacer atravesando la plaza y continuando dirección al río, pero los festivos la plaza está cortada al tráfico, por lo cual debemos coger una ruta alternativa, que bien puedes preguntar o echar mano de gps.


Una vez que cruzamos el río por la puente nueva, nos dirigimos a la puente romana, o, mejor dicho, medieval. Allí dejamos el coche y empezamos a andar por la PR-AV 10, que es una ruta homologada y está muy bien señalizada con los colores blanco y amarillo en líneas paralelas horizontales. 




Debemos tener en cuenta que cuando estas líneas están cruzadas significa:
 "que por ahí no…"









Empezamos un con espejo de calle, que se insinuó de una manera como  desafiante…

¡A nosotros...!






   
El inicio de la marcha lo hacemos desde al puente medieval. 

Cogemos la calle paralela que está pegando al río, justo por la que accedemos al sitio donde dejamos los coches. 

Y desde ahí empezamos el camino.


       Están bien señalizadas las rutas, nosotras vamos en dirección a la casa de la Lobera por la PR-AV 10. Con los colores blanco y amarillo.



      El cielo estaba despejado por este lado de la sierra, pero cuando salimos de Ávila, allí estaba nublado y amenazante de lluvia.






     En este momento medí cuenta que la luz, esa vendita luz de la que tanto hablo, parecía que se iba aliar con nosotros. Es una buena, pero muy buena noticia…


















Un personaje inesperado, parecía reclamar nuestra atención…















No paró de seguirnos por dentro de la finca hasta recibir unas caricias. Será la soledad lo que le hace hacer estos gestos, recibe nuestra admiración por representar a una especia en vías de extinción. Los tenemos en cuenta mientras son útiles y luego al olvido, y de ahí a la extinción… 






Según subíamos el cielo se iba encapotando y no la teníamos todas con nosotros. Sin embargo, la temperatura era de lo más suave y empezamos a quitarnos ropa…









El otoño es una inspiración y nos deja momentos inolvidables en nuestras retinas…







Esos ocres y amarillos…acompañados de los verdes, es una sensación de color y textura que se impregna en la piel…











Llegamos al paraje conocido como “La Lobera”, y así nos lo indica un cartel informativo, con información micológica.









Esta época es buena para llevarse bolsas para recoger castañas y nueces, y porque no hay setas este año debido a la sequía, si no haces una ruta bien aprovechada…





Un cartel nos da una explicación sobre el lugar en el que nos encontramos y alguna cosilla que bien merece quedarse con ella por puro interés personal…







Despoblado de La Lobera.

Este enclave tiene su origen como el resto de asentamientos de este tipo en todo el Alberche, en servir de estancias de verano para el ganado.



En la Edad Media se fundaron núcleos de población como Navaluenga, siendo en un principio muy similares a estos barrios, prosperando posteriormente como pueblos de mayor entidad, dada su posición estratégica en el fondo del valle y al integrarse territorialmente al concejo de Burgohondo.





Se utilizaban piedras amontonadas como recinto para el ganado, aprovechando la posición natural que brindaban algunas rocas de mayor tamaño.



Las cabras recién paridas no podían seguir el ritmo del resto rebaño y quedaban confinadas en las llamadas “Chiveteras”, más pequeñas que los “Apriscos”, que servían para cerrar al rebaño durante la noche.





En la Lobera, hasta mediada la primera mitad del siglo XX, el hombre compartía territorio con un serio competidor, el lobo, el cual dio nombre al topónimo del lugar.



Mastines y sus carlancas eran usadas para la defensa ante el lobo, al igual que la práctica de muros “encobijados”, con la parte superior en saliente, que evitaba su entrada en los corrales. Estas eran algunas artes tradicionales pastoriles ante el cánido. A mediados de los 40 había desaparecido en casi toda la provincia, recuperando en la actualidad parte de sus ya antiguos dominios en varias zonas del Sistema Central.





Aún se conservan todavía muchas de las edificaciones que formaban estos barrios, muy comunes en todo el Alberche. La instalación más relevante era La Majada; hecha de piedra, alguna se revocaba con barro y paja, sobre todo en el interior, con cubierta de tejas a un agua y la mayoría dotadas de corral.



El abandono del medio rural a mediados de los años 50 provocó un gran éxodo hacia las ciudades, con lo que la mayor parte de estos barrios fueron quedando despoblados de forma casi definitiva."










A partir de aquí, la magia del lugar, que se manifiesta en colorido y grandeza vegetal, nos cautiva de tal manera que prefiero callar y dejar que vuestro pensamiento viaje con el mío por este mundo que parece de fantasía…





























































Otro cartel nos informa de la importancia de estos barrancos, a la hora de acoger tantas espacies vegetales y de fauna. Pero leamos lo que dice:

Hacía el final del Terciario, hace unos 3 millones de años, el clima se hace más frío y seco. La vegetación necesitada de humedad queda refugiada en zonas más umbrosas y húmedas como son estas gargantas con orientación norte del Macizo Oriental de Gredos.

Así, castaños, robles y nogales acompañados de alisos y abedules en los barrancos de mayor altitud como este, constituyen los bosques de galería en torno a los cauces, flanqueados por tejos y pinos.

Durante el cuaternario, desde hace unos 2.5 millones de años hasta hace 10.000 años se suceden periodos glaciares que provocan cambios drásticos en la distribución de especies de flora y fauna, tanto a escala local como global.

En el entorno de las gargantas fluviales del Valle de Iruelas, como en toda la Sierra del Valle, aún conservan pies aislados de abedul o pequeños rodetes de tejos que rememoran como testigos la vegetación de aquellos periodos.”





Poco a poco vamos dejando el barranco del Cambronal, para ver otras maravillas del entorno…





La luz fue escasa y me obligó a apoyarme frecuentemente para hacer fotos sin que salieran movidas, pero mereció la pena, ya lo creo…








Las nubes cada vez limitaban más el paso de la luz, tan necesaria para mi cámara, ¡Qué le vamos a hacer…!


El paisaje es un espectáculo, pero el cielo, como ya he dicho no acompaña…o lo hace a ratos…













¡Hala…! Qué bonito fondo, para…



…La foto del grupo.




Muy natural…si señor…

El espectáculo sigue…



































Esa sierra cercana empieza a fascinarnos, habrá que investigar al respecto….



Esta cabaña o caseta que en principio nos llamó la atención, defrauda al verla de cerca…



Detrás de los árboles, la ermita de la Virgen del Espino, nos espera…






Paradita para reponer fuerzas, y ese café de Tuti y Raúl hay que probarlo…







Las nubes nos dan una de cal y otra de arena.




La Ermita por fuera dice poco, pero por dentro tampoco tiene mucho atractivo.

















 Al fondo Navaluenga, enfrente Efren…








 Estos, no se nos escaparon a ninguno…


El Barraco .


San Juan de la Nava. (en San Juan de la Nava mataron un gato y se oían los gritos en el Barraco…)




El Pico del Peregrino.


Novalmoral de la Sierra.







Quién diría que detrás de ese rostro tan serio está el ….




Disco -“Bolo…”










Natural…siempre tan natural…














¿Qué miras..? Si tú, humano…
…la nuez la vi yo primero…







Terminamos con la misma imagen que comenzamos, haber donde los coches…









Con la información del desnivel nos vamos a por esa caña que alguno insinuó que vendían…




Color, es la palabra que se me descuelga de la mente, para expresar a modo de resumen de esta ruta. Yo no contaba con este grado de satisfacciones que nos llevamos de este lugar, esperábamos mal tiempo y resulto que la temperatura fue excelente, la luz escasa pero suficiente.

Lo que no podía imaginar es la cosecha de fotos excelentes que me llevé, por lo menos es mi impresión, tengo el ego en niveles máximos a cuenta del colorido otoñal. Solo espero que esta satisfacción sea compartida con vosotros porqué, al fin y al cabo, vivo emocionalmente de ello en, Kminado…pero con vosotros. Y hoy me he llevado un verdadero atracón.





Fin.
Jamm.







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