MAR DE NUBES

     La sorpresa puede llegarte en cualquier momento, como la suerte, que indistintamente pueda ser buena como mala. Nosotros, nos temíamos que lo que iba acontecer no era precisamente lo que buscábamos y claro que no, fue mucho más maravilloso, un mar de nubes.

           Nuestros ojos no daban crédito, era un “flipe” y que nosotros buscábamos una panorámica donde viéramos Talavera, el pantano de Rosarito,Las Cinco Villas y esas cosas que yo las había comentado a mis colegas de camino al puerto.

         ¿Qué puedo decir? Soy de los que pienso que nunca es el mismo escenario el que ves, a pesar de que el sitio si lo sea. Cada día cambia la luz, el clima, la hora, etc, todos los días no son iguales, siempre tienes un motivo para fotografiar un lugar a causa del momento en el que se envuelve el entorno, pero este no me lo esperaba.

       Todo mi empeño era captar esa sensación que entraba por mis ojos, pero no me imaginaba que los poros de mi piel me dijeran algo también, y que mi cabeza sentía como una sensación de flotar en la nada,  no estaba en el Torozo que yo conocía, si no en otra parte, en una nube o en un campo de algodón, o un sueño, y que tenía que explorar. Todo mi interés lo puse en plasmar en foto ese pensamiento para llevármelo a casa.

     No fuimos los únicos en descubrir ese momento nubes-Torozo.
La gente subía en plan de excursión y de pasar un día en la sierra, y se encontraron con un  maravilloso escenario y con "attrezzo divino".

          Espero haber sabido transmitir en mis fotos lo que sentimos ese día en el Torozo. Cualquier día la diosa fortuna puede gratificarte de la manera que menos sospechas, y para un aspirante a fotógrafo, esa es la manera de pensar y de recibir un regalo, además me lo pusieron muy fácil.

        Espero que la próxima vez que salga de cacería, con mi humildad como camuflaje y la ilusión que pongo en ella, den cómo resultado algo parecido. 

¡Nos vemos...!