martes, 9 de enero de 2018


Año de Nieves,
año Bienes.
07/01/2018



La visita esperada de la nieve, e inesperada de su magnitud, hace historia en nuestros corazones, a pesar de lo que pueda significar en la meteorología en general.

El poder registrar el acontecimiento, para mí ya es motivo de regocijo. Si esto mismo hubiera pasado cuando yo no pudiera salir con mi cámara, la cosa, para mí blog, sería de otra manera.

Al unirse estos dos factores, resultó una ruta muy gratificante en cuanto a registro de imágenes y disfrute de andar, pues andamos unos pocos de kilómetros y  pudimos hacer un gran reportaje de la nevada que, sin duda marcará una muesca en nuestra memoria y que se hablará de ella durante mucho tiempo.






Estuvimos planeando una salida para este día, se hablaba del Castro de Ulaca, pero no podíamos esperar encontrar una ruta con tanta productividad como la de la capital. Esperábamos una nevada buena, pero nunca lo que nos encontramos esa mañana.






    También influyó las ventiscas, en lugares donde esta azotó de lo lindo, se pudo encontrar una altura de la nieve de más de un metro.





Habíamos quedado los Kminantes en el “Grande”, y yo era el más retrasado, con lo cual tuve que acelerar para no hacer perder más tiempo a los demás.


Las aceras estaban imposibles, pero un presentimiento sobre lo que podía pasar me llevó a traerme las raquetas de nieve, sin las cuales no me hubiera podido salir de mi calle, era "Invernalía",  encima era nieve blanda...


Teníamos que utilizar la calzada para poder andar, por las aceras, como he dicho antes, era un imposible…


Unos crujidos de ramas, me alertó que en los jardines hoy no había que meterse…


Sin duda esta nevada, era para no olvidarla nunca…






Parecía que estaba como en un mal sueño, quería correr y no avanzaba…a pesar de que el calor corporal, me recordaba que el esfuerzo que realizaba sí, era grande…

...pero lo que estaba viendo, no me la podía creer…





¡Y no paraba de nevar…!!!





A mucha gente le pilló de imprevisto, sobre todo a los turistas, con sus zapatillas deportivas… y aun así no dudaban en enfrentarse al temporal que no cesaba…



Encaminaba ya la calle San Segundo y ya me habían vuelto a llamar los compañeros, pero el mal sueño se repetía…


Los hoteleros intentaban en vano que sus puertas estuvieran transitables…


Yo, con una velocidad que no savia que fuera posible tirar fotos, iba registrando todo aquello que ahora muestro, para no entretenerme







Aquí paro el reportaje, para mostrar unas imágenes para el recuerdo, que no son mías, son de Julia y Raúl, yo no fui a la hora que quedamos y por eso uso sus ojos…








Ya vuelvo a mis imágenes…




Aquí, después de un café, y ya todos juntos empezamos para mí la ruta oficial…








"La imagen para el recuerdo sí, pero mi culito fresquito…"










Cada paso era único, a pesar que fuera el mismo día, la nieve lo cambiaba todo…









Había una exposición de fotos, que era muy bonita, pero hoy formaba parte del mobiliario del temporal…


De pronto, Ángel Arroyo apareció con tablas esquiando, un breve saludo y a correr…













Visto ya el Paseo del Rastro, nos vamos a los jardines en busca de las vistas del valle…




Poco dejaba ver la nieve que no paraba de caer…






¡Niños, fotooo…!









No se notaban escalones, bancos ni nada que refleje el entorno, la nieve lo había igualado todo, más o menos...












La santa destaca por el contraste de color y porque sobresale de la nieve…





Con raquetas y todo, te hundes hasta las rodillas…










        El bastón hasta el puño, como los toreros, pero Raúl que iba con raquetas y se hundía por las rodillas…











 







     Esto me recuerda mi infancia, era normal por entonces y ahora nos llama la atención, hay gente que no lo había visto así nunca…los Pirulís...








¡El problema para ir a misa no es entrar, si no llegar…!














A por la foto de grupo…




















Después de este vistazo por los alrededores…enfilamos la calle Vallespín para abajo…




  



Son viviendas a lo, “Rockavilly…” Con su tupé…












Pero estos tupés, tienen mucho peligro…





 ...por el peso que tienen y sobre todo desde la altura que pueden caer…






Así que esto, es lo mejor que se puede hacer… 














Cruzamos el Puente Adaja, para encaminarnos al Cerro San Mateo, para hacer unas panorámicas…





























Yo aseguro, que caerse con raquetas y levantarse es complicado…








Me gustó el efecto que dejaban unos copos convertidos en agua en la toma, le da un cierto misterio…




El Lienzo Norte, estaba lleno de gente disfrutando del día de nieve.






Este hombre me pidió la foto, si alguien le conoce que se lo diga, para que la pueda ver.













A partir de aquí, la lente se empañó y el efecto no es bueno, pero no medí cuenta hasta que las procesé…






Con un poco de trabajo, pude mejorar algunas fotos…pero lo que cuenta, es lo que las fotos cuentan…


















Parque de San Antonio.


Tenía en cuenta, que los jardines son peligrosos, por eso, me metí por donde los árboles son de hoja caduca, y no recogen tanta nieve, no por donde hay pinos, que son lo que con sus ramas llenas de nieve se tronchan y es donde está ahí el peligro…












En esta foto, añadí al efecto intruso y poco de mío…













La puerta de casa, me pareció como la fiesta de la espuma…pero más natural, claro…





 Lo que no me esperaba, es esto, después del cansancio que traía, de la larga caminata sobre nieve, me esperaba un poco de trabajo adicional, para mi espalda… ¡Qué le vamos hacer…!



Un metro veinte de altura, de nieve en la terraza…
😬😢😫😰



El reportaje es extenso, pero el día merecía que reflejara todo lo que pudiera para inmortalizar este momento que, seguro recordaremos con el tiempo. Y que mejor recuerdo que volver a ver las imágenes de la capital con semejante espesor de nieve.

Fin.

Jamm.



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