miércoles, 10 de enero de 2018

El día de Después
o

la Belleza del Caos.
08/01/2018



Este fue un día de sentimientos encontrados, hubo sensaciones positivas y no tanto, también un trago amargo .

Por lo menos una parte de mí, disfruto de este caos que en principio no lo parecía. Pero, sin embargo, paralizó la capital y la hizo casi intransitable y peligrosa, bueno, más o menos sucedió así…




La intensidad de la luz y el paisaje, me hizo pensar en la belleza que me encontraría si saliera a la calle…para empezar esta maravilla de vista…


El día anterior parecía que se iba a acabar el mundo, de la que estaba cayendo y hoy…el paraíso…





Al salir de casa me di cuenta enseguida de la verdadera magnitud del día de después…


Coches enterrados en la nieve…


Puertas colapsadas e impracticables…pero bonitas estampas…


Esto, creí que era un muñeco gigante, hasta que me acerqué…




Me parecía fascinante, aunque si alguno de estos coches fuese el mío, no pensaría lo mismo…




 Nos veíamos obligados a caminar por la carretera, la acera era un montón de nieve y lo peor es que estaba congelada…


Estas fotos de un compañero, hará que lo comprendáis mejor…









Las máquinas todavía estaban trabajando…y lo que las quedaba…









De pronto una ambulancia, pide paso…es un sonido al que estoy acostumbrado y no me causó mucho asombro…




Algo llamó mi atención…un montón de nieve colgando en el vacío…eso era un peligro si le cae a alguien en la cabeza…








Porque, más tarde cayó…





En el parque, la nevada había hecho una poda de urgencia…con todo el peligro, que eso conyeba si hubiera pasado gente por ahí en ese momento…

¡Uuff…!


No podía de dejar de mirar hacia arriba, solo veía un peligro potencial en cada edificio…incluso los “Pirulís…” que tanto llamaban la atención, los veía como amenazadores puñales y lanzas…


El personal, ajeno a todo esto, pasaba por debajo con una tranquilidad…que a mí me helaba la sangre. Por suerte las bajas temperaturas de la noche, ponía un poco de seguridad en mis miedos…


¡Por favor…estáis viendo estooo…!




 Es mucha nieve, y desde una altura considerable, 
¡Qué miedo…! ¿no…?


En esta toma hubo mucha negligencia, la zona estaba marcada con cinta, para no permitir el paso, sin embargo, un hombre, porque pude verle perfectamente, la ignoró y fijaros que peligro potencial existió…


Siento que me notéis un poco histerico, pero yo estaba seriamente preocupado al respecto…




Más adelante, encontré a los compañeros en medio de una actuación, eran ellos los que pasaron momentos antes por nuestro lado…


Enseguida supe leer entre líneas…venían todos con las manos vacíasnada bueno había pasado…


Una persona se precipitó desde un cuarto piso, de un modo u otro,  es  una victima que se cobraron los dichosos Pirulís, al querer quitarlos…

¡Qué mal rollo…!








Cuanto más andamos, más peligros veo…ya solo veo eso…nieve peligrosa y pirulís asesinos…




Al otro peligro más lógico, como son los resbalones en el hielo, no les daba importancia, hasta que me fijé en la gente más mayor…entonces vi, que el drama, estaba en el que lo sufriera…así que de momento dejé de pensaren todo y decidí continuar con mi camino…sin prejuicios previos.






Continuamos hacia el “Grande”….tenía que pasarme por el banco y por correos a recoger uno de mis paquetes que me mandan desde china.














El Mercado Grande, estaba precioso…









Pero que muy bonito…



Al terminar la plaza, doblamos por la calle San Segundo, en dirección a correos…


Pasamos al lado del Ábside de la catedral…





Y nos metimos por el arco de las Carnicerías, pasando por la entrada del Episcopio, que estaba con mazo de nieve…pero que bonitas estampas…





 ¡Heeee! ...nada, nada…






San Vicente vestía sus mejores galas, con adornos de un natural… y en un blanco deslumbrante…




Luego proseguimos por detrás del Humilladero, que estaba en umbría…



…para continuar por la Avenida de Madrid…














¡Qué preciosidad!

 Parece un Árbol de Navidad…


Gente mayor disfrutando de la nieve y dando un paseo por el Parque…


Qué estampa más bonita…y colorida, a pesar del blanco predominante…


Pasamos ya a la calle Tenerife, justo por donde está, el conocido bar del Tejar…


Doblamos esta vez, por la calle Padre victoriano, para ir a la farmacia del barrio, digo del barrio, porque viví allí mucho tiempo y así la conocemos en casa…




Por la acera brillante, viene un hombre mayor a por sus medicinas, ellos son los verdaderos moradores habituales de estos establecimientos…







A media altura de esta calle, sale la calle de Virgen de las Angustias, donde viví unos diez años…y me es bastante familiar…






¡Hooo! El peso de la nieve a arruinado un árbol que llevaba ahí toda la vida…pero que bonita es la nieve…que bonita estampa…








¿Qué veo a lo lejos…?  

¡Aleluya…!










Solo deseo que se den prisa, pues tienen mucho que hacer…

¡Ya te digo…!



Parece que ya estoy más tranquilo, subo por donde la Sierpe, dirección a mi casa, disfrutando de las vistas del Parque de San Antonio…






























Para terminar este reportaje, mostrare unas imágenes del día después, del día después…

Es un amanecer, con todo su calor y sobre todo con todo su color…

Son las mejores imágenes para empezar un nuevo día…



















Fin.
Jamm.



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