El día de Después
o
la Belleza del Caos.
La intensidad de la luz y el paisaje, me hizo pensar en la belleza que me encontraría si saliera a la calle…para empezar esta maravilla de vista…
Me parecía fascinante, aunque si alguno de estos coches fuese el mío, no pensaría lo mismo…
Nos veíamos obligados a caminar por la carretera, la acera era un montón de nieve y lo peor es que estaba congelada…
De pronto una ambulancia, pide paso…es un sonido al que estoy acostumbrado y no me causó mucho asombro…
Es mucha nieve, y desde una altura considerable,
¡Qué miedo…! ¿no…?
Más adelante, encontré a los compañeros en medio de una actuación, eran ellos los que pasaron momentos antes por nuestro lado…
¡Heeee! ...nada, nada…
08/01/2018
Este fue un día de
sentimientos encontrados, hubo sensaciones positivas y no tanto, también un trago amargo .
Por lo menos una parte de mí, disfruto de este caos que en principio no lo parecía. Pero, sin embargo, paralizó la capital y
la hizo casi intransitable y peligrosa, bueno, más o menos sucedió así…
La intensidad de la luz y el paisaje, me hizo pensar en la belleza que me encontraría si saliera a la calle…para empezar esta maravilla de vista…
El día anterior
parecía que se iba a acabar el mundo, de la que estaba cayendo y hoy…el paraíso…
Al salir de casa me di
cuenta enseguida de la verdadera magnitud del día de después…
Coches enterrados en
la nieve…
Puertas colapsadas e impracticables…pero
bonitas estampas…
Esto, creí que era un
muñeco gigante, hasta que me acerqué…
Me parecía fascinante, aunque si alguno de estos coches fuese el mío, no pensaría lo mismo…
Nos veíamos obligados a caminar por la carretera, la acera era un montón de nieve y lo peor es que estaba congelada…
Estas fotos de un
compañero, hará que lo comprendáis mejor…
Las máquinas todavía estaban
trabajando…y lo que las quedaba…
De pronto una ambulancia, pide paso…es un sonido al que estoy acostumbrado y no me causó mucho asombro…
Algo llamó mi atención…un montón de nieve colgando
en el vacío…eso era un peligro si le cae a alguien en la cabeza…
Porque, más tarde cayó…
En el parque, la nevada había hecho una poda de
urgencia…con todo el peligro, que eso conyeba si hubiera pasado gente por ahí en ese momento…
¡Uuff…!
No podía de dejar de mirar hacia arriba, solo veía
un peligro potencial en cada edificio…incluso los “Pirulís…” que tanto llamaban
la atención, los veía como amenazadores puñales y lanzas…
El personal, ajeno a todo esto, pasaba por debajo
con una tranquilidad…que a mí me helaba la sangre. Por suerte las bajas
temperaturas de la noche, ponía un poco de seguridad en mis miedos…
¡Por favor…estáis viendo estooo…!
Es mucha nieve, y desde una altura considerable,
¡Qué miedo…! ¿no…?
En esta toma hubo mucha negligencia, la zona
estaba marcada con cinta, para no permitir el paso, sin embargo, un hombre, porque
pude verle perfectamente, la ignoró y fijaros que peligro potencial existió…
Siento que me notéis un poco histerico, pero yo
estaba seriamente preocupado al respecto…
Más adelante, encontré a los compañeros en medio de una actuación, eran ellos los que pasaron momentos antes por nuestro lado…
Enseguida supe leer entre líneas…venían todos con
las manos vacías…nada bueno había pasado…
Una persona se precipitó desde un cuarto piso,
de un modo u otro, es una victima que se cobraron los dichosos Pirulís, al querer
quitarlos…
¡Qué mal rollo…!
Cuanto más andamos, más peligros veo…ya solo veo
eso…nieve peligrosa y pirulís asesinos…
Al otro peligro más lógico,
como son los resbalones en el hielo, no les daba importancia, hasta que me fijé
en la gente más mayor…entonces vi, que el drama, estaba en el que lo sufriera…así
que de momento dejé de pensaren todo y decidí continuar con mi camino…sin
prejuicios previos.
Continuamos hacia el “Grande”….tenía
que pasarme por el banco y por correos a recoger uno de mis paquetes que me
mandan desde china.
El Mercado Grande,
estaba precioso…
Pero que muy bonito…
Al terminar la plaza,
doblamos por la calle San Segundo, en dirección a correos…
Pasamos al lado del Ábside
de la catedral…
Y nos metimos por el
arco de las Carnicerías, pasando por la entrada del Episcopio, que estaba con
mazo de nieve…pero que bonitas estampas…
¡Heeee! ...nada, nada…
San Vicente vestía
sus mejores galas, con adornos de un natural… y en un blanco deslumbrante…
Luego proseguimos por
detrás del Humilladero, que estaba en umbría…
…para continuar por la Avenida de Madrid…
¡Qué preciosidad!
Parece un Árbol de Navidad…
Gente mayor disfrutando de la nieve y dando un
paseo por el Parque…
Qué estampa más bonita…y colorida, a pesar del
blanco predominante…
Pasamos ya a la calle
Tenerife, justo por donde está, el conocido bar del Tejar…
Doblamos esta vez,
por la calle Padre victoriano, para ir a la farmacia del barrio, digo del
barrio, porque viví allí mucho tiempo y así la conocemos en casa…
Por la acera
brillante, viene un hombre mayor a por sus medicinas, ellos son los verdaderos moradores
habituales de estos establecimientos…
A media altura de
esta calle, sale la calle de Virgen de las Angustias, donde viví unos diez años…y
me es bastante familiar…
¡Hooo! El peso de la
nieve a arruinado un árbol que llevaba ahí toda la vida…pero que bonita es la
nieve…que bonita estampa…
¿Qué veo a lo lejos…?
¡Aleluya…!
Solo deseo que se den
prisa, pues tienen mucho que hacer…
¡Ya te digo…!
Parece que ya estoy
más tranquilo, subo por donde la Sierpe, dirección a mi casa, disfrutando de
las vistas del Parque de San Antonio…
Para terminar este reportaje,
mostrare unas imágenes del día después, del día después…
Es un amanecer, con todo su
calor y sobre todo con todo su color…
Son las mejores imágenes para
empezar un nuevo día…
Fin.
Jamm.
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