sábado, 3 de septiembre de 2016

Berrocalejo de Aragona.




La verdad es que no sé por dónde empezar a hablar del pueblo, bueno lo primero, que este no es mi pueblo, pero la casualidad hizo que formara parte de mi vida, como de los últimos Treinta años, más de la mitad de ella.

 He conocido a mucha gente que ya nos dejó y he visto como envejecíamos juntos a otros tantos, es ley de vida. 

Tengo buenos y  no tan buenos recuerdos de aquí, tan normal como esa vida misma. 



Hay algo que he visto y vivido en Berrocalejo, y es la historia real y rural de un pueblo de España, es como coger un trocito de terreno para poder explicar nuestra historia, la de todo un país. Con sus emigraciones a Madrid, al extranjero y esos lugares  donde sus habitantes encontraron un futuro que en el pueblo no tenían. 

Un pasado tan rancio como verdadero de posguerra, con unos personajes que si bien son de este pueblo, con otros nombres,  pudiera ser de otro y de cualquier parte de la península. 

En fin, lo que comentaba, la historia de España a nueve kilómetros de la capital.





Historia...   



Hubo de todo claro, pero me llamo especialmente la atención un personaje que pasó por aquí, pero que no era de aquí. 

Me refiero al “Barbero” un hombre que vino de la provincia de Ciudad Real, concretamente de Aldea del Rey. Como decía él,  de profesión industrial, y con el nombre de Victoriano Pardo Trujillo. 

El caso es que se hizo respetar en los entornos y dedico su tiempo y su vida a vender por los pueblos de alrededor y  a ser el barbero.







“Soy un humilde barbero
Que recorro varios pueblos.
Desillas y caseríos
Con espíritu altanero 













También puso un bar en el pueblo, pero esto no es nada comparado con su legado, nos dejó un libro.



















Estuvo preso por sus ideales, aunque a veces dudo si también por su orientación sexual, el pobre se había ganado una fama de “Mariquita” por su pluma, a pesar de que no se le relacionase con otro, y que mantenía la condición de casado. Pero como he oído a alguien decir... “…seguro que no se acostaba con su mujer…” 

Rumores y comidillas que no tienen más importancia que la opinión de sus contemporáneos, que seguramente no le querían hacer daño.



“…Bella ciudad de Figueras

Con aroma encantador.

¡Cómo vives y disfrutas

Mientras penas sufro yo!

Vida amarga que nos haces

De sufrir y más sufrir.

¿Cuándo tú vas a querer

Sacarme a mí de aquí?

¿Qué delito cometí

para verme así tratado?

¿Fui ladrón, fui criminal?

¡Nadie podrá comprobarlo!

¿Luego entonces, como llevo

cuatro años encerrado?

Maldita, maldita sea

la perversa humanidad

que por el odió y rencor

lanzan hacer de penar

a quien su mayor delito

es el no pensar igual…”


Fue más que unas simples poesías, si te dedicas a ver de quien habla, veras que está narrando la historia del pueblo, la historia de un trozo de España. En el que se dedicó a explicar su vida y la de sus contemporáneos… que pasada…

Explicó esa historia de España de la que estoy hablando, describió una época, describió pueblo por pueblo, y lo que es mejor, paisano por paisano, describió a cada persona con la que él trataba, esto sí que es una documentación de la verdadera historia del lugar con pelos y señales.

 Sé que estoy nombrando mucho la palabra “historia”, y es que la mente me hace  relacionar, escrito con historia, porque es un relato del pasado y el pasado sí es “historia”.





Es caso es que  ese libro,  todo el pueblo lo tiene en fotocopias, pero el verdadero libro anda en manos de coleccionistas, ya que al aparecer es un referente de la literatura rural de España. 

¡Valla y todavía no somos capaces nosotros de darle esa importancia que verdaderamente merece! 

Cosa que forma parte también de la historia de nuestro país,  nadie es profeta en su tierra.






Por casualidad pude ver papeles, que lejos de estar custodiados, clasificados y guardados como oro en paño, están en cajones de un escritorio que formó parte de esa historia del pueblo. Pues fue el escritorio del antiguo maestro don Macario, al cual han dedicado una plaza.













Aquí podemos verle con los niños de hace casi ochenta años…


     

En esta otra con el párroco de entonces y otras personas que no puedo poner nombre…







  Esos papeles están junto a materia de conservación de calles, es decir materia de limpieza y los andamios o como se les pueda llamar, con los que montan la tarima para los músicos cuando hacen la fiesta, todo junto  en un almacén del ayuntamiento. 

Se me ponen los pelos de punta solo en pensar que esa historia, que por estar escrita es la verdadera historia del pueblo, se pueda destruir o perder.



Recuesdos.




     Pude ver papeles de antes de la guerra, y de la guerra de Cuba…papeles que hacen referencia a esa posguerra dura y con sus restricciones de alimento. 

También otros papeles que en los que se apuntaba los carros que había. En época de matanzas los animales que iban a matar y miles de cosas que muestran como fue esa España de sacrificios, escasez y miedo con un régimen duro y cruel como la propia guerra.






¿Haber quién pone comentarios a estas fotos? Parece ser que son de antes de la guerra, pero  yo no puedo asegurarlo.









No me consuela que este pueblo no sea el mío y pueda darme igual, que va, es el pueblo de mis hijas y mi mujer. Es historia y me duele que la podamos olvidar, y olvidad sus verdaderos protagonistas, que solo están  en el recuerdo tan solo de unos pocos, que cada vez son menos y más viejos. Con ellos se perderá una historia real y rural que todavía podemos rescatar y contar, no es tarde, es solo falta de voluntad.



Mis recuerdos.




Para recuerdo de un visitante, es así como me considero yo, vallan estas imágenes irrepetibles como recopilación de mi paso por aquí.













Actualidad.





Volviendo al presente, Berocalejo  no es ni sombra de eso que hablaba antes, la población ha menguado mucho desde entonces, pero a mí me gusta así, no con tan poca gente, pero si con los que ahora viven en él. Los hay muy curiosos, artistas sobretodo. Tenemos al dibujante de superhéroes americanos en el pueblo, artistas que hacen del reciclaje su inspiración, fotógrafos, en fin,  un elenco muy particular y sobre todo muy pintoresco a la vez que amables y dispuestos a lo que los pidas. Bien avenidos todos en general, vamos, como en todos los sitios, aquí vuelve a repetirse la historia… que coños…


Pero de ellos quien puede hablar es Jose Luis Pindado.
Jose Luis es hijo de uno del pueblo, y como parte de esa historia del pueblo, nació en Alemania, donde sus padres emigraron, como lo hicieron muchos otros españoles, en busca de esa vida que aquí parecía más dura.



     

 Se fijó en ellos, el los “Empadronados” e hizo una exposición de fotos en la que refleja el espíritu actual de Berocalejo, habitante por habitante, describiéndolos con una fidelidad, maestría y una ternura muy exquisita.  















Aquí le vemos con una empadronada muy especial para mí, poniéndose a la altura del momento.






















Me gustaría recomendaros verla, si tenéis la posibilidad de hacerlo. Comprenderéis de qué estoy hablando.







Todo esto, que se me ha ido de las manos y no me arrepiento por el matiz histórico y reivindicativo. 
Esto viene a cuento porque hice un reportaje el día de la fiesta. Lo solía hacer casi todos los años, pero por razones de trabajo he tenido algunas lagunas, y este año he retomado esa costumbre de retratar la historia de un pueblecito a nueve kilometra de la capital el día de su fiesta, y es este…




Fiestas.   






Todo empezó el viernes diecinueve de Agosto, con el pregón del Señor Alcalde don Emilio Navas. El cual nos contó las reformas que en el pueblo se habían acometido, como la rotonda con una fuente en la parte aledaña al polideportivo, en fin, suele dar muchos detalles de eso que a él le enorgullece, por hacer del pueblo un sitio acogedor y bonito. 

   

Luego por la noche verbena hasta altas horas de la madrugada.


Y por la mañana Misa y Procesión como mandan la historia del pueblo.




Se avisa de acontecimiento con unos cohetes, que este año salieron defectuosos, y se tiraron pocos, es decir, hasta que alguien vio el peligro e hizo lo sensato, no dejó tirar más.




Me he permitido el detalle nostálgico de ver esto con un color... ...que recuerde a otros tiempos, para apreciar y palpar ese pasado del que vengo hablando.















Luego se sale de misa y recorremos el pueblo en procesión…







Donde la virgen es llevada a hombros por personas que se van relevando…










Con el séquito detrás, primero los mayordomos, Javi y Nuria, junto con el párroco don Antonino.






...más atrás los miembros del consistorio, con el alcalde y su bastón identificativo.






















Para llegar a la plaza…






…donde se deja descansar a la virgen en el escenario para bailarla unas jotas a ritmo de dulzaina y tamboril…



Mientras los músicos y el séquito aprovechan la sombra para comentar la fiesta.












Después de los bailes se continúa con la procesión para más tarde meter a la virgen otra vez en la iglesia…






En este momento se deposita a la virgen a la entrada de la iglesia para subastar los banzos, que no es otra cosa que una subasta para ver quien das más dinero por meter a la virgen. La subasta la hace el mayordomo, o sea Javi.









Una vez que ya se ha subastado…



“…ala padentro…”


Y para terminar la foto con la virgen…de los mayordomos…


…y el Señor Alcalde…




Una vez dentro a esperar la fiesta del año que viene…


Pero la fiesta continúa con un aperitivo y otra vez la música de dulzainas y tamboril…



En fin, esta es la historia más reciente de berrocalejo, que algún día se recordará como una historia pasada… 

 Fin.   







Pensamiento en voz baja

Estaría bien

...estaría bien una iniciativa para recuperar el pasado, tan solo sería recopilación de información, ordenar esa información y estaría bien un poco de investigación. Pero esa tarea no puede hacerla uno solo, se necesita colaboración de todos, para que cada uno aporte su granito en esa recopilación de datos e imágenes. Estaría nuevamente bien, si aportáramos un poco de tiempo, de ese tiempo que nadie tenemos, seguro.

Se necesitaría espacio para guardar ordenar y clasificar esa información, que lo más lógico sería digitalizarla, para poder trabajar desde casa y a sí hacer más fácil encontrar ese tiempo.

Los resultados pueden verse en no mucho tiempo, en forma de exposición de imágenes, exposición de documentos, y en un largo etcétera que daría sentido al pasado tan desconocido de muchos, sobre su pueblo, o pueblo donde viven.
Estaría bien que sea quien sea el morador de Berrocalejo o visitante, sepa quien vivió allí antes que él, que pasó y sobre todo de donde viene todas esas tradiciones que tanto parecen gustar y que se respetan con tanta fidelidad.

Saber, ¿De dónde vienen los primeros habitantes del lugar?

¿Que fue del cementerio, fue una iglesia, donde está su retablo que data del siglo XII?

¿Qué historia pasó en el pueblo durante la guerra?

¿Y la posguerra? ¿Cómo fue?

La historia se escribe, los recuerdos pueden perderse y desaparecer, si los recopilamos pasarán a ser historia...

...la historia de Berrocalejo

Jamm.