sábado, 3 de marzo de 2018


1, 2, 3, 4, 5 6, 7, 8, 9, 10…


01/03/2018


Hoy sentado en frente de la charca de mis recuerdos,
al mirar mi reflejo, el día no parece querer decirme nada
 yo esperaba notar la piel rasgada y los miembros agotados
mientras la imagen de mi pesar,
parce igual de inquieta que el susurrar del aire.


Quisiera que el tiempo futuro se me apareciera
 y que pudiera condicionar su final 
pero se hace el mudo y no da señal 
que me haga sentir presente.


Me froto el pecho como queriendo dar calor a ese futuro inerte
del que espero que me acoja en algún momento sin determinar,
que a ser posible yo pudiera,
tocar y sentir como veo y siento la imagen en la charca en mi mente.


Día con sabor a vacío que no responde a nada,
 dame un poco sentido, que me reconforte este alma,
esta fecha  que me esclaviza en el pasado
que provoca apatía y pesar, por esperar algo de un día más,
 sin reparar en el calendario.

La fecha, dice que marcha adelante 
¿Qué más se puede esperar…?
que el pesar del tiempo no es de un solo día,
 ni siquiera de este, que siempre se debiera celebrar.

El peso de tus recuerdo qué, 
como una mochila en la espalda vá,
 pesa pero no se ve, sino vuelves la vista atrás…


Millonario en recuerdos pasados y de los que van a llegar,
soy partidario de la ilusión que se pueda embarcar en la mar,
que no veo fin sin principio, y principio que no quiera empezar
decirme dónde puedo, que no puedo parar
que los años pesan, pero no me van a doblegar
porque el lastre son los rencores y no esas ganas de luchar.


Poner fin a esta incertidumbre, me llevaría a pensar en un final
por eso miro la charca, y no la dejo de mirar
buscando esos recuerdos bonitos que me puedan aliviar,
sentado en frente de mi charca, ya no pudo ni quiero mirar atrás
porque veo delante mi vida y lo de atrás en la historia quedará.




Jamm.




Para ver páginas anteriores “pincha Aquí”, y elige tú la entrada.