sábado, 21 de enero de 2017

La Puente Mocha.


Volvemos a Valdemaqueda, no estaría mal encontrarnos las mismas sensaciones que el último día, la ruta de hoy apunta a ser parecida. De momento el día nos sonríe con un sol perfecto para la fotografía.

No sabía cómo llamar a esta ruta, porque hay muchos altos y cosas que ver, así que he decidido llamarla como un puente que marca la mitad del camino.

El personal ha variado, tenemos bastantes bajas por culpa de los catarros y las gripes... y a los supervivientes se les añadió otros caminantes que sí que pudieron.







Comenzamos en el mismo pueblo de Valdemaqueda...




...para orientarnos, diré que venimos como del Hoyo de Pinares. 


Cruzamos todo el pueblo y al final pasando la plaza, y en la segunda marquesina de la parada del autobús, cogemos una calle a la derecha, hasta llegar a pisar tierra, donde comienza una pista forestal y es ahí donde dejaremos los coches.



Lo mejor de un comienzo cuando hace frío es una buena cuesta arriba…
...pues esta es coj…da… 
Se nos pasó el frío y todas las tonterías…


¡Ya te digo!


Pero nada mejor que unas buenas vistas para remediarlo todo, y de estas hay muchas...





En esta ocasión y para que  las fotos no escasearán, contábamos con un fuego cruzado ente el que os habla y Servando...







Pronto hicimos cima en la Cerbera, un alto que está a 973m, con lo cual hemos librado un desnivel de casi 300m desde que dejamos los coches











Esta luz nos va a dar muchas satisfacciones en forma de imágenes






Parada para contemplar y para descansar...


Que buenas vibraciones nos da este lugar, la hierba fresca y verde...con unos montes extensos y bonitos…


Allá, no muy lejos se ve la cima de la Cabreruela, que tanto gozo y disfrute nos proporcionó el último día...




En este alto, El Cerro de San Pedro de 1022m, comenzamos un descenso en busca de río Cófio...






Si nos fijamos en la parte central media, vemos un camino, por ese tenemos que ir...y donde se pierde es otro alto, el Cerro Boquerón de 968m, donde doblaremos para abajo en busca del río.







No nos sorprende, pero si nos maravilla este pino y el muérdago...con la Cabreruela al fondo...


































Este es el momento en el que doblamos hacia el río...












La pendiente es pronunciada...

























Además de cuesta abajo, parece que vamos a otro mundo, por la oscuridad lo digo,  que es tan fuerte como la luz del día...




¡Qué bueno! Peri si bajamos con ritmo y todo, fijaros que marcialidad y que acompasado los movimientos y los pasos...



No te enfades Raúl, porque seguro que te estarás enterando ahora de las fechorías de Gonzalo... con esa intención lo ha hecho...











Ahora sí, explica que parece una señal de curvas peligrosas...














Nos llamó la atención como este árbol, atrapó entre sus raíces unas rocas...rocas que no quiere soltar ni una vez muerto...









Que sensación de frío y sobre todo, que frío de verdad...a la sombra es otra cosa que cuando te da el solillo...














Pero pronto volvimos a la vida...
con sol claro...







Fijaros en este pino, dos chicarrones del norte...



…y Raúl, para abrazarlo...





Que grandes y majestuosos, había muchos que no podías pasar sin reparar en ellos...



Donde la luz no había llegado todavía, le escarcha era la dueña del suelo...



El río nos llevó al destino que da nombre a la ruta de hoy...




La Puente Mocha.
También llamado La de los Cinco ojos.




Parada obligatoria para inmortalizar este lugar, aprovecharé para hablar un poco de este puente.



La tradición atribuye un origen romano, pero lo más probable es que sea del bajomedieval o prerrenacentista.


Está formado por cuatro bóvedas a medio punto y dos vanos de losas planas a ambos lados de sillería de granito.





Las bóvedas se disponen en degradación, configurándose un perfil angular o en forma de lomo de asno, muy característico de las construcciones medievales. Tiene una longitud aproximada de cuarenta metros. (No es de mi cosecha, le pregunté a la Wikipedia…)




Llegó la hora de la foto de grupo más la puente, bueno yo aparte por ser el fotógrafo...oficial...












Más vistas del lugar...




















Últimas fotos y nos vamos...
















La curiosidad de Albino entre dos fuegos...de fotógrafos, claro…






Seguimos el río de momento...










Cada uno se divierte como quiere...














Empezamos a subir dejando el río a la derecha, y hacia las rocas.



Pero antes una mirada atrás, para no perdernos nada...






Ahora sí, continuemos...



Por esta pista forestal que nos sirve como guía.








Me llamó la atención una roca que vi en lo alto, parecía como una paloma, o solo la veo yo...










El camino se vuelve rampa...










Venga mi amor...que ya estas casi arriba...










Parada, cogemos aire y a los rezagados...






Coronamos otro alto, el Risco Galechal de 935m.




Nos hemos acostumbrado a la presencia de estos bichejos y nos parecía raro no haber reparado en ellos  antes.








Estos altos que vamos pasando, se caracterizan por un berrocal impresionante y bonito a la vez.


Empezamos a ver el vértice geodésico de la Cabreruela... 

IN-PRESIONANTE...


Parece que esta especie humana y poco recomendable para los andarines en el campo, no seamos capaces de librarnos de ellos. 

Esperemos que sí, de sus armas...














Es imposible dejar pasar estas vistas...



Risco del Galechal. 935m










Cada vez que lo veo, más me impresiona...



Qué bonito este muérdago con sus vallas…
…parecen perlas nacidas de un árbol...






Hacemos una parada para el avituallamiento y para que Raúl se entretenga un poco…








¿...Raúl y el 

Madroño...?














¿...Raúl o Colón...?..

¿…Qui sait...?









No es casualidad parar en este sitio, está cerca del Risco del Águila y merece ser observado con detenimiento.




Quizás estos rostros no digan mucho, pero Serva, refleja lo que sentimos al ver el paisaje...








...y lo poco agradecido de estas caras...claro...





Esta foto nos quedó un poco ajustada, pero pudimos  entrar en ella...

Y con la Crabreruela al fondo,
...¡Qué pasada...!


Al lado había una gran roca y claro...teníamos que subir y ver desde lo alto...













...Mamá, ya soy más grande que tú...











Mi eterna campanera...















Continuamos, pero Jose Luis nos quiere mostrar sus habilidades... ¡Cuidado...!


















Esta piedra que ya retraté en la ruta pasada, ahora nos dice otra cosa...





Ya divisamos Valdemaqueda...




Raúl mimetizándose con el entorno...













En este momento dejamos el camino que nos llevaría al inicio de la ruta pasada y tomamos otro en dirección a pueblo...




Un rebaño de cabras, nos hace parar un ratito que aprovechamos para sacar fotos de cabras... 





































Raúl y el lanza miento de Bastón...













Raúl... y... 
...yo que séee...















Terminar con el recorrido en un mapa...







Con esta imagen, termino el reportaje de este día. Sé que es un día más en la historia de “Caminando”, que pudiera ser rutinario y poco llamativo. Pero nada más lejos de la realidad, se llenó una página más de este grupo en el diario de nuestra memoria. El relleno que deja en el alma no es poco, la satisfacción de solo poder hablar de ello es suficiente para desear volver a juntarnos y hacer honor al nombre, que aunque nos rompimos poco la cabeza eligiéndolo, acertamos de pleno al resumir el espíritu de "Caminando"


 Fin. 
  Jamm.