sábado, 25 de diciembre de 2021

 

  

Monasterio del

Risco

El Libro

Página en proceso de montaje

Introducción

                         Bienvenidos a una osadía y un reto personal, en el que mi cabeza intenta navegar en el espacio-tiempo de esta manera tan extensa y profunda. Es una licencia que me he tomado yo, siendo un pobre observador con una inquieta alma que se muere o revienta, si no muestro mis averiguaciones sobre un cenobio del cual queda muy poco.

Puede que no sea yo el más indicado para hablar del Monasterio del Risco, pero eso no me preocupa tanto como su deterioro y su mal estado en general. La osadía con la que afronto este reportaje, es cosa de llevar mucho tiempo intentando hablar de ello, y al no encontrar una forma o un soporte adecuado para tal propósito, me decanté por la forma en la que me creo un poco más suelto.

 Durante ese mucho tiempo, que me ha recorrido por la cabeza este pensamiento, he recopilado datos y fotos, y el suficiente coraje, como para emprender esta acción. No dejaré pasar una oportunidad como esta, de querer intentar hacer una labor informativa y de opinión, para alzar una mano en pro de su recuperación, lo cual mi rebeldía y mi osadía, así me lo pide.

En este camino hacia este reportaje, me he encontrado con personas de las que he sacado fuerzas en forma de ánimos y de consejos. También he podido obtener una visión muy particular de una parte de la historia que reúne a personas, hechos e intereses, y que me hacen pensar, que nada tienen que ver con la realidad que se ha transmitido con el tiempo. A la vez me planteo este reportaje como un reto y una oportunidad de decir algo que no nos debe sorprender, que no es ni más ni menos que la historia siempre se repite y que el poder y el dinero van de la mano desde tiempos remotos. la realidad de este monasterio que conocemos en general y que se ha transmitido hasta el momento, es pobre y no es la adecuada, por falta de veracidad, no queda mucha información entre las gentes y esas informaciones se van perdiendo y no siempre se acercan a la realidad, y eso condena al monasterio al olvido y a la mayor de las desidias.

Animo a las gentes a sacar su propio criterio y sobre todo a informarse. Así mismo, quisiera inocular el suficiente interés en forma de veneno de datos y reflexiones, como para potenciar una unión de pensamientos, en el sentido de encaminar este proyecto hacia una futura rehabilitación del risco. mediante su divulgación.

 Que me perdonen, los que me creen muy osado o, con poco criterio.  Y que me vuelvan a perdonar, porque tampoco está en mi cabeza pedir perdón por este atrevimiento y trataré de explicarme si puedo.

Me considero un humilde bloguero, sin más pretensión que dejar en algún lado mi trabajo como reportero y comunicador. El monasterio del Risco desde hace más de treinta años me llamó la atención, también su deterioro y la falta de información en ningún lado y, tras muchas visitas y, datos e informaciones que iba recopilando, le debía un reportaje a fondo, pues los que le he dedicado, tienen más que ver con senderismo que con el propio monasterio.

Hice un primer manuscrito, con el trabajo de un joven estudiante de arte y del cual saqué un primer proyecto y una línea que seguir. Fue más adelante que pude encontrar información un poco más particular a su historia, llegué a los “Papeles de Villatoro”, y con ello a una persona.

 El momento en el que me tomo en serio este trabajo, es cuando tomo contacto con José María Hernández Escorial, que significó para mí, algo más que un aliento, a la vez que me abría los ojos ante tal empeño, aunque en realidad es, que él fue quién influyo en mi determinación de seguir adelante. Yo muy humilde, le confesé como, que no tenía la suficiente preparación académica, ni soltura en esto de escribir, como para emprender dicho proyecto. José María me enseñó y me dejó ver que, no importaba lo que pensasen algunos, tanto si te conocían, como, si no te conocían, lo importante era lo que yo creyera. El proyecto José María lo veía bien, pues era una manera de interpretar la historia, una historia que se podía contar de muchas formas, y la mía era una de ellas, por lo que me apoyaba en todo momento.

José María con varias publicaciones y, sobre todo, con la revista de “Los papeles de Villatoro” me dejó claro que había que luchar por la historia y que el contarla no era fácil y sí costosa, él me confesó, que la conclusión que sacó, era que nadie era profeta en su tierra, y que tampoco nadie lo agradecería como uno esperaría, aunque fuera muy poco, lo que uno espera. Pero la ilusión, con la que él me contaba batallitas del monasterio, así como de Villatoro, esa ilusión que ponía en todos los relatos, es lo que le hizo seguir adelante y es lo que él me trataba de decir.

 Sim poder conocerle en persona, pues su enfermedad no le permitía ya desplazarse con normalidad a Villatoro. Un buen día, me pasaron su teléfono y fueron tantas las charlas y las horas de hablar con él por teléfono, las que me dieron más ganas y me mantenían a flote con el ánimo arriba puesto en el proyecto. Encontré un mentor y una buena persona y sobre todo un amigo al que le podía contar mi vida, pero lo que vi en él, es que era un hombre sabio, en historia como en la vida en general. Era tanto lo que me contaba, que yo lo pondría todo en mi proyecto, pero no me daba tiempo de tomar nota, no daba abasto en tomar apuntes, por lo cual opté por grabar todas las conversaciones.

 Me introdujo en un mundo desconocido para mí, en la verdadera investigación, de él tome aliento en forma de mensaje, sobre los verdaderos motivos de la construcción del monasterio, como de su olvido. Me hizo ver que había otra forma de contar las cosas, no soy científico, ni historiador, pero si inquieto, y tenía un mensaje, en forma de relato.

 Vi una forma de contar la historia, ya sé que fueron otros, los habían averiguado cosa y datos y yo la manera de unirlo en forma ilustrada, donde las fotos y el texto tuvieran la misma importancia.

Mi pretensión, es hacer un libro para la gente del pueblo, y con menos carga científica, aunque con el suficiente texto como para dar como verosímil el proyecto. Era el pueblo y los actuales moradores, los que tenían que sacar pecho de su tierra, y en realidad son los verdaderos propietarios de una historia que los une a su sitio de nacimiento, una tierra con historia, con su historia, y explicarlos su verdadero legado de la forma que la gente más corriente la entienda y la posea, no dando por sabido cosas que no tienen que saber, explicando detalles que les son ajenos por ignorar muchos conceptos y palabrerío específico de historiadores y cultos en la materia. Ellos, los moradores de todo el contorno, cuando hablen del Risco, tienen que saber a qué se refieren, y no solamente a saber que allí pasó algo y que unas ruinas dicen cosas que ellos desconocen, tiene que sentirse propietarios, tanto su territorio, como su legado.

Agradezco a José María Hernández Escorial, ese empujón y su colaboración, así como su afecto y cariño a un desconocido, y por creer más aún en mi proyecto que yo mismo. Le dedico a él y a su memoria, este escrito, este libro, o puede que solo sea un montón de líneas puestas en la red, y decir que le llevaré siempre en mi recuerdo. Que este proyecto, al igual que su último libro, en el que yo colaboré con fotos y que él me agradeció y me dedico un ejemplar y que guardo con mucho cariño y orgullo de sentirme presente en su última obra, sea una unión inmaterial que el tiempo y las circunstancias mantengan siempre en mi corazón y en la memoria de todos.

Jamm.






PRELIMINAR:


Para poder opinar de una cosa hay que conocerla, y por lo tanto hacer una visita al monasterio, pero antes unos consejos:

Comentar y advertir simplemente, que la visita a este lugar conlleva un riesgo considerable. Son varios los peligros que encierra este lugar, el primero pudiera ser los posibles desprendimientos o derrumbes.

Debemos medir muy bien cada paso y mirar siempre para arriba y pensar en el riesgo que corremos.



Si nos fijamos en esta foto (2008), concretamente en el circulito rojo, veremos un nervio que fue parte de un arco.



         

   Esta otra foto ya no está, en el 2011  la vi en el suelo por primera vez, aunque la foto es reciente. Este es el peligro al que yo me refiero, que el día que pasó esto, no había nadie debajo.

Otro gran riesgo, es el de precipitarse o caerse, por cualquiera de los sitios que estén en una parte más elevada.


           En especial, al subir a la torre, pues hay una parte que está desmontada y existe el peligro de derrumbe también. 

    



 También, tenemos que tener cuidado con una desafortunada caída al vacío, al interior de la iglesia.

Otro riesgo importante, son las torceduras y esguinces de pie, ya que se pisa sobre escombros y toda clase de maleza…


        Estos consejos que ahora son tan necesarios, son la clave para hacer una inversión en asegurar el lugar, que sería el primer paso a su rehabilitación…









Mi agradecimiento, en especial, al grupo de senderismo independiente “Kminando”, por su colaboración como  actores y por haber participado en su contenido, tanto en aportación fotográfica como en documentación.

Gracias también por mantener un espíritu que refuerza una amistad y un compromiso, para hacer que cosas como esta, sean posibles.







Capítulo I


1. Los Inicios del Risco:

1.1. Situación Geográfica


            El convento se ubica en el conocido como Valle de Amblés, al Noroeste de la población abulense de Amavida, término municipal al que pertenece desde el año 2005. Desde su ubicación, es posible divisar los sistemas geográficos de la Sierra de la Paramera al sur…


…la Sierra de Ávila al norte…


…y la Serrota al oeste...


        El cenobio se levantó en un lugar estratégico que, tiempos atrás, actuaba como punto de encuentro entre tres caminos que partían desde las localidades de Villatoro, Vadillo de la Sierra y Amavida.



Sus coordenadas son:

005º05’35.77” O

040º35’29” N

A una altitud de 1.556 msnm


             


 

          Entre los restos que la obra ha dejado para tiempos contemporáneos, podemos observar varias calzadas de piedra, con sus canalizaciones, que llegan hasta esta última población y que permiten el acceso, no sin cierta dificultad, a las ruinas.






(Vistas recogidas desde la Serrota.)

              La verdad es que puede pasar desapercibido el monasterio, si no sabes de su existencia…

              Existen muchas maneras de llegar a él; desde el alto de Vadillo de la Sierra, desde Amavida, desde la Ermita de las Fuentes…y un largo etc.

           

     

    Yo suelo aconsejar, que se vaya desde el alto de Vadillo de la Sierra, justo en el lomo de la AV-P 636, carretera que sale del pueblo de Villatoro, dejando el coche justo en ese lomo donde se puede divisar Vadillo y la vertiente sur, con la Serrota.


       En una piedra hay marcada una flecha indicando e inicio del camino.





          Siguiendo el camino, nos llevará a una valla que hay que sortear como se pueda pues no hay portera, luego tomaremos camino en dirección sur y un poco al este…


En poco más de veinte minutos se llega al monasterio.








1.2. Contexto Histórico.

        Debemos de entender en primer lugar, que hubo un antes, antes que un después, en cuento nos referimos a un término geográfico, que se vio envuelto en una reconquista, también veremos que la zona está ligada a una familia que tuvo mucho que ver en sus inicios, como en esos momentos de después.

        

         1.2.1 La Repoblación.

            “…Poco a poco los descendientes de Pelayo van aumentando las tierras perdidas, siendo Alfonso I quien crea una “tierra de nadie” para conocer de antemano los posibles ataques del ejército musulmán, encomendados a condes y gobernadores la construcción de torres y castillos como defensa, dando instrucciones para que las aldeas o ruinas que habían sido habitadas en épocas romanas o anteriores fueran como una nueva fundación, concediendo privilegios a los campesinos que quisiesen habitar las nuevas tierras conquistadas. Tantas obras defensivas llegaron a realizar los cristianos-godos que la denominaron Castilla...”


    Don Pelayo o Pelagio (latín: Palaguius:

 árabe Belai al-Rumi) es considerado el

 primer monarca del reino de Asturias, que

 dirigió durante 19 años. Su origen, que ha

 sido discutido en las últimas décadas por

 una serie de investigadores, pudo ser

 visigodo, astur o hispanorromano. La

 historia internacional se decanta por la

 procedencia visigoda. La Crónica Albeldanse

 le hace un noble godo (<XV ITEM ORDO

 GOTORUM OBETENSIUM REGUM.

 Primum in Asturias Pelagius rg. in Canicas

 an. ut supra diximus, a uttizanc rege de Toledo expulsus Asturias

 ingresus.), mientras que la Cónoca Rotense se refiere a un espatario de los

 reyes Xitiza y Rodrigo.

       Frenó la expansión de los musulmanes hacia el norte, comenzó la Reconquista y se le ha considerado tradicionalmente como el fundador del reino de Aasturias, aunque recientes investigaciones arqueológicas sugieren que podría haberlo hecho sobre una organización política local previa.


        
        Don Pelayo en la batalla de Covadonga en una imagen del siglo XII, folio 23 recto del manuscrito 2805 de la Biblioteca Nacional de España. Se trata de una de las copias del Corpus pelagianum del obispo Pelayo de Oviedo, efectuada a partir de un prototipo(incluido en las miniaturas) probablemente elaborado en el scriptorium de este obispo Pelayo. La insólita corona responde a modelos de finales del siglo XI, del tipo que lleva el monarca en el centro de las tablas lunares del manuscrito 17 del St. John´s College de Oxfor (ca.1080-1100), como las del Liber testamentorum.


     


       Alfonso I de Asturias (693-757), llamado el Católico, hijo del duque Pedro de Cantabria, fue rey de Asturias entre los años 739 y 757.Sudeció a su cuñado Favilay que fue sucedido por su hijo Fruela I de Asturias.

Wikipedia 






 “…Debió ser a comienzos del siglo XIII, en el inicio de la repoblación, cuando los semitas, junto con los cristianos, se asientan en lugares que habían sido ocupados con poca población anteriormente. Los primeros datos que tenemos es a partir de la segunda mitad del siglo XV en el que los villorios, aldeas y lugares que pertenecen a la Villa y Tierra de Villatoro (Cepeda la Mora, San Martín del Fraile-despoblado de Cepeda la Mora_, Mengamuñoz, Muñotello, Pradosegar de Arriba, del Medio y Abajo, Poveda, Amavida, Anguas_despoblado de Muñotello-Pascual Muñoz, La Solana e Izquierdos-despoblado de Amavida-) pagan, a través de repartimientos de impuestos establecidos por Rabbi Jacob Aben-Nuñez, juez mayor de los judíos y fisíco del rey Enrrique IV (años en que fue rey de Castilla).

      Las relaciones económicas y sociales de moros y judíos con la cristiandad de Villatoro fueron comerciales, pacificas de vecindad, guardando las costumbres…

(José María Hernández Escorial, libro “Villatoro Historia, Leyendas y Cuentos” 2021)


   1.2.2 El Señorío.

          "...A finales del siglo XI y tras la conquista de la meseta, llegó hasta el Tajo conquistando Toledo (1085) Alfonso VI el Bravo (1072-1109, años que fue rey de Castilla), desalojando de manera definitiva a las tropas musulmanas y haciéndose llamar desde entonces rey de las dos kabilas, en referencia a las dos culturas, cristiana y musulmana; encarga a Raimundo de Borgoña la repoblación de Ávila, Segovia y Salamanca, concediendo privilegios y franquicias a los nuevos repobladores. Según la crónica acudieron a poblarla <gran campaña de buenos omes de Cinco Villas e de Lara e algunos de Covaleda>, también <vinieron otros muchos a poblar a Ávila, e señaladamente infrancones e buenos omes de Estrada e de los Bravezas e otros buenos omes de Castilla> (José I. Moreno Nuñez, Ávila y su tierra en la Baja Edad Media-Siglos XI-II-XV. Junta de Castilla y León, Consejería de Cultura y Turismo, Ávila 1992, pp.73-75) ..."


         Alfonso VI de León, llamado <el Bravo> (1040-1041 Toledo, 1 de julio 1109), hijo de Fernado I de León y de su esposa, la reina Sancha, fue rey de León entre 1065 y 1072 en un primer reinado, y entre 1072 y 1109 en un segundo, de Galicia entre 1071 y 1072 y también entre 1072 y 1109, de Castilla entre 1072 y 1109.

          Durante su reinado, se produjo la reconquista de Toledo (1085) y tivieron lugar las batallas de Sagrajas y Uclés, que constituyeron sendas derrotas para las mesnadas leonesas y castellanas. En la segunda falleció el heredero del rey, el infante Sancho Alfónsez. Wikipedia


    "...En este marco la comunidad cristiana acogió con ansia al pueblo hebreo; eran indispensables manos para la repoblación, los reyes necesitaban una frontera segura, encomendaron a los condes o gobernadores erigir torres o castillos en lo alto de las colinas para la defensa musulmana. Pastores, ganaderos y leñadores vascos, castellanos, cántabros navarros y judíos se consideraban precisos para el objetivo, siendo estos últimos los que facilitaban determinadas modalidades económicas y administrativas para la ocupación, al haber conseguido de los cristianos una cierta influencia e igualdad jurídica, procurando en numerosos lugares mantenerse al margen de la vida social y religiosa de las otras culturas, musulmana y cristiana; por tanto, las últimas décadas del siglo XI acaban con tolerancia de los caballeros conquistadores con los primitivos habitantes moros y judíos, surgiendo más tarde las órdenes militares debido a la intransigencia de los almorávides en el tema religioso.

          Uno de los primeros caballeros repobladores de la comarca fue <Martín Muñoz, poblador de Ávila, casó en Segovia con Ximena Bezudo y heredó el pueblo de Martín Muñoz, que pobló él mismo por los años 1085. Este fue hermano de Menga Muñoz, fundadora del pueblo de este nombre que casó en Ávila con el Gobernador Blasco Ximeno>. Se pueblan estos lugares con asentamientos de carácter familiar, denominándose los lugares donde se asientan con nombres propio del repoblador o bien de su procedencia.

Fue casado (Jimeno Blázquez con Menga Muñoz, pobladora del lugar de MENGA Muñoz, hermana del noble y antiguo caballero Martín Muñoz que pobló la villa de Martín Muñoz (como largamente se dice en la Casa del Marqués de las Navas) procrearon a Nalvillos Blázquez y a Ximena Blázquez y a Blasco Ximénez.

(José María Hernández Escorial, libro “Villatoro Historia, Leyendas y Cuentos” 2021)



1.2.3 El origen de la Casa de los Dávila. Orígenes del Linaje Dávila

Al hablar del linaje  de los Dávila, debemos nombrar también las diferentes casas, como; Navamorcuende, Velada, Navas y Villafranca, Cespedosa y Puente Congosto, Villanueva y un largo etc…, sus orígenes se remontan a tiempos de los reyes godos Hermenegildo y Recaredo.

Acompañando a Raimundo de Borgoña, llegaron muchos jóvenes caballeros, para ser parte de un ejército para luchar contra los musulmanes. Algunos fueron acogidos en el palacio del rey y entre ellos estaban los dos hijos de Blasco Ximeno, que llegaron desde Salas (Asturias).



Raimundo de Borgoña (1070-1107) fue un noble que introdujo la dinastía de Borgoña en los reinos de León y Castilla, por haberse casado con doña Urraca I de León, hija primogénita de Alfonso VI.



Retrato de don Raimundo de Borgoña, que está en el Parador Nacional de Ávila.

De Zósimo - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=113777675




En esta etapa es donde tienen su formación como caballero siendo adiestrado para la guerra contra el rey de la taifa de Toledo, Almaymun. Los dos hijos de Blasco, pronto se asentaron en la ciudad "avilense" como los “Serrano” y desde este asentamiento adoptaron el apellido Dávila. Se encargaron de la defensa de un tramo de la muralla, así como también de una puerta, la puerta de Gil Gómez, donde levantaron su casa, actualmente la conocemos como la puerta del Rastro. Al cobrar cierta importancia en la ciudad, llegando a formar parte de su gobierno, a la par que a tomar parte muy activa en campañas militares durante la reconquista, con lo cual consiguieron favores y privilegios. Con el tiempo el apellido Dávila es uno de los más importantes dentro de la nobleza de Castilla.


1.2.3.4. Casa de los Dávila.

     "...Desde la reconquista de Ávila hasta los años finales del siglo XIV, la estructura social evoluciona hacia la alianza de la monarquía con la incipiente burguesía urbana, determinando a lo largo de los siglos y hasta fechas recientes la existencia de un reducido número de familias en cuyas manos se concentra el poder político y económico. El origen de la Casa de los Dávila, fundadores del Mayorazgo, expuesto de la siguiente forma: 

    Su tronco primitivo y cierto e indubitado es Ximén Blasco, llamado por Garibay Don Ximeno de Ávila, de cuya ciudad fue gobernador en lo militar y en lo político, después de haber figurado entre sus pobladores (1085) con el Conde Don Ramón, que lo nombró capitán de cien escuderos a caballo y el se encontró más tarde en el sitio de Cuenca, al mando de cuatrocientos ballesteros avileses, siendo en suma uno de los ricos-homes de mayor valimiento y autoridad e importancia de su época.

      En relación al escudo de armas, proviene de los enfrentamientos que surgen entre las cuadrillas abulenses y los caballeros al servicio del rey, bipolarizándose en dos cuadrillas de linaje Dávila: la de Blasco Ximeno Dávila y la de Esteban Domingo Dávila el Viejo. En el libro El rayo de la guerra, dice Doscasas:



De estos pobladores han sobresalido y se han aventajado siempre en Ávila ganado en ella grandes prerrogativas. Señores de Navamorcuence y Villatoro la una, y de Villafranca y después de las Navas la otra. En la casa de Navamorcuence y Villatoro se mantuvo muchos años, el patronímico de Ximénez; en la de Villafranca el de Muñoz. Seis roeles azules en campo de oro son las armas de la una y trece la otra. Dicése comían o merendaban un día con el rey de Castilla. Sirvieron un plato de frisuelos. En la familia de Navamorcuence y Villatoro, no tan aficionado a ello, comió seis; el de Villafranca trece. Habíase de pelear con los moros, y dijo el rey:

-Cuidado que tantos moros habéis de matar como frisuelos habéis comido.

Y así lo hicieron y por esto tomaron este escudo..."

(José María Hernández Escorial, libro “Villatoro Historia, Leyendas y Cuentos” 2021)


1.2.3.5. Sancho Blázquez Dávila

Sancho Blázquez Dávila, a ojos de este tiempo se convierte en un personaje de suma importancia, el desarrollo de su vida y sobre todo sus cargos y los hechos transcendentales ocurridos durante el tiempo en el que su cargo de obispo, tubo mucha importancia en la historia local de Ávila, como en la de los reinos de la península y sus luchas por el poder, y esta, fue decisiva sobre todo en la acción sobre el “rey Niño” un episodio imprescindible en el que Sancho fue estratega y un buen político y negociador, dado su estatus de obispo, evitando conflictos bélicos  y asegurando la vida de Alfonso XI, hijo de Fernando IV <<el Emplazado>>, y también su educación.

Algo que se omite de él con relativa frecuencia, es su condición de tener noble linajeque le lleva en su ocaso a dictar un testamento, que al parecer por sus acciones, es para asegurarse su salvación con un arrepentimiento posiblemente censurable.

 También sus aficiones a la caza y a la cetrería, como a las armas, le confirmarían como poseedor de un estatus típico de la más pura nobleza, más que de religiosos, aunque destacó más en él un lado político que religioso.

Sancho fue poseedor de bienes y un patrimonio muy considerable (señor de Villatoro, Villanueva de Gómez, El Torrico, etc…), en cuanto al grueso de sus bienes, es debido a sus raíces, pero su poder económico y político le permitió ampliar sus haciendas y realizar obras que más tarde legaría.

También es una pieza fundamental en la consolidación de la catedral del Salvador de Ávila, donde descansa su cuerpo en la capilla de San Blas, que él mismo promovió y se encargó de su construcción.

Sus últimos días por estar retirado de la vida pública y religiosa, como social, no se tiene registrado gran cosa sobre él. Sancho se encargó de que su muerte y su sepelio fuera en relación a su grandeza dinástica, como también a su pasado religioso, pagando con su dinero y hacienda una verdadera parafernalia que le honrara y asegurara un destino privilegiado en el más allá dada su posición. No se olvidó de nadie, pagó a religiosos y religiosas para asegurarse misas y cánticos, como dar dinero a pobres. El espacio que ocupa en la catedral, es conseguido por méritos propios y no es para menos, dado que fue uno de los que contribuyeron en su terminación, además de ser promotor de muchas de sus acciones durante la construcción de la misma catedral. Su enteramiento no lo dejó en manos del destino, sino que él mismo, se aseguró hasta de los más mínimos detalles. Para que su legado y su imagen fuera venerada y así obstar a ese espacio en el cielo, aunque la verdad será más nombrada, por su faceta como político y noble, que de religioso.

El origen familiar tiene un gran peso a la hora de nombrar a este personaje, que la historia se encargó de ponerle a prueba. Desciende de un linaje que llegó a ramificarse bastante y todo él, pesó mucho. Los Dávila, que como en su origen, al iniciar dicho linaje con Blasco Ximeno, sancho tomó como padre a una persona con un mismo nombre, que no debemos confundir, pero es un presagio en su vida, que fue fructífera en hechos y acontecimientos históricos.

Se estima que debió nacer hacia el último cuarto del siglo XIII. hijo de Blasco Ximeno y Doña María, antes de morir Blasco Ximeno, funda un mayorazgo a favor de su hijo primogénito, Fernán Blázquez, y fundo otro más en Cardiel, para el segundogénito, para Gil. Sancho es el menor de los varones y escoge la carrera eclesiástica, y queda excluido de un mayorazgo por no poder transmitir los apellidos y el linaje.

Ejerce su vida política durante los reinados de Sancho IV, Fernando IV, Alfonso XI y Pedro I. En el reinado de Sancho IV hubo unos momentos de grandes disputas, donde Sancho Dávila se vio rodeado de unos acontecimientos en los cuales su figura resaltaría, cuando los infantes de la Cerda, hijos del primogénito de Alfonso X reclamaban el trono frente a Sancho IV. 


1.2.3.6. Fernando IV

Fernando IV de Castilla en una miniatura del Compendio de reyes de la Biblioteca Nacional de España.

El 25 de abril de 1295 falleció el rey Sancho IV de Castilla en la ciudad de Toledo, dejando como heredero del trono al infante Fernando. La reina fue la encargada de ejercer la tutoría de su hijo, que solo contaba con nueve años de edad. A causa de la ilegitimidad de Fernando IV, debida al matrimonio deslegitimado de sus padres, la reina hubo de afrontar numerosos problemas para conseguir que su hijo permaneciera en el trono.



María de Molina presenta a su hijo a las Cortes de Valladolid de 1295. Óleo sobre lienzo de Antonio Gisber Pérez (1863) 


Fernando IV contrae matrimonio con la infanta Constanza de Portugal, hija del rey de Portugal. En este mismo tiempo, a Diego López V de Haro se le concede el Señorío de Vizcaya y al infante Juan, que aceptó en privado como soberano a Fernando IV, se le restituyeron sus propiedades. Poco después Jaime II de Aragón devolvió a la infanta Isabel de Castilla a la Corte Castellana sin haberse desposado con ella, y declaró la guerra a la Corona de Castilla.

A principios de 1296, el infante Juan, se revela contra Fernando IV y toma Astudillo, Paredes de Nava y Dueñas, mientras su hijo Alfonso de Valencia se apodera de Mansilla de las Mulas. También Alfonso de la Cerda iniciará la invasión de la corona de castilla.

Por este entonces, la península estaba dividida y muy agitada, el infante Juan, fue proclamado rey de León, de Sevilla y de Galicia. Alfonso de la Cerda en Sahagún fue proclamado rey Castilla, Toledo, Córdoba, Murcia y Jaén. Más tarde el infante Juan y Alfonso de la Cerda cercaron el municipio vallisoletano de Mayorga, mientras tanto el infante Enrique parte al reino de Granada para concertar la paz entre el reino de Granada y Fernando IV. Al fallecer el infante Pedro de Aragón víctima de la peste mientras asediaba la ciudad de Mayorga y debido a la mortalidad que se extendió entre los sitiadores levantaron el cerco sobre Mayorga.


1.2.3.7. Alfonso XI

El mismo año que Sancho fue nombrado Obispo de Ávila que, probablemente, figurase primero como consejero de Doña María de Molina y eso influiría en su posterior nombramiento, muere Fernando IV en Jaén, el 7 de septiembre de 1312, a los veinticuatro años de edad, dejando un heredero menor, y nuevamente la historia se repite, y es aquí donde entra Don Sancho a jugar un papel fundamental, más en el terreno político que eclesiástico a pesar de que ese estatus como obispo, le dio un derecho y un poder, un poder aparente para mostrarse favorable en los turbulentos años de la minoría de edad del nieto de Doña María de Molina, Don Alfonso XI.

El principal motivo por el cual el niño rey debía permanecer en la ciudad de Ávila fue que Fernando IV así lo había dispuesto, que su hijo se criase en ella por ser <<lugar sano e de buena gente e guardaron siempre verdad e lealtad e servicio de los reyes>>  

Sancho Dávila se erige en protector de Alfonso XI, que fue dejado en Ávila por su padre antes de ir a la guerra en Andalucía. Se desatan las ambiciones políticas al morir Fernando, los dos grupos políticos, por un lado, la abuela María de Molina y por otro su madre doña Constanza y el infante don Pedro. María ruega a Sancho, obispo de Ávila que impidiera sacar al rey-niño, lo que hizo el prelado protegiéndolo en la catedral. Donde se personaron la madre doña Constanza y el infante don Pedro y por mandato de de Sancho, no les quisieron recibir, ni mostrar desde lo alto de la catedral al niño rey.

Don Sancho mantuvo una valiente y decidida actitud al no no consentir entregar el monarca a ninguno de los pretendientes, incluida su abuela, hasta que no se llegase a un acuerdo. Acuerdo que se alcanzó en el monasterio de Palazuelos en agosto de 1314. En él se reconocía como tutores a don Juan y don Pedro y se encomienda su custodia del rey a doña María.

Es reconocido que la actitud que mantuvo el obispo don Sancho, durante la minoría de edad de Alfonso XI evitó que las facciones que se enfrentaban políticamente arribaran en una guerra civil. Por este motivo, es muy probable que la misma reina abuela influyera en su nombramiento como notario mayor de Castilla (1313-1320)

Este nombramiento es un paso muy importante en su potencial político, pues no solo serían aspectos burocráticos los que le ocupaban, sino también actividades relacionadas con la hacienda y la representación real.

Otra vez surge un conflicto con la muerte delos dos tutores en Granada luchando contra los moros. Pero otra vez también Don Sancho se pone al lado de Doña María, para impedir que el Infante Don Juan Manuel, al que por otro lado apoyaba don Fernán Blázquez, el hermano de Sancho y en ese momento señor de Navamorcuende. La situación llegó a ser crítica pero los abulenses acordaron reconocer al pretendiente. Sancho pidió al infante don Felipe que con sus huestes lo impidiera, pero la tardanza en poder llegar, hizo que se evitara un enfrentamiento armado.

Una vez alcanzada la mayoría de edad de Alfonso XI, nombra al obispo Sancho canciller mayor de Castilla, cargo que significa la mayor aspiración política para el obispo, nombramiento que surge del gran afecto que le procesaba el nuevo rey. Tengamos en cuenta que Sancho enseñó al rey niño muchas de sus cualidades de linaje como la caza, Alfonso XI describe en el “Libro de la Montería” numerosos pasajes que demuestran el conocimiento de las tierras de Navamorcuence y Sierra de San Vicente, donde acompañaba en sus días de infante a Sancho, en un contacto próximo, cosa que posibilitaría su gran afecto a un maestro de alta cuna en sus numerosas correrías de caza.

 El rey se mantuvo al corriente en las guerras contra los moros y en la lucha en la campaña de Gibraltar que resultó de un fracaso por diferentes causas, entre ellas una fuerte pestilencia, que supuso que el día 7 de marzo de 1350 falleciese el rey Alfonso. 

Tras el abandono del cargo de canciller Mayor de Castilla y el abandono de notario mayor de Castilla, la figura del obispo don Sancho se irá poco a poco apagando. La retirada de los primeros puestos de la política castellana pudo ser lógico y probable que por su condición de caballero participase en alguna campaña militar, debido a que conocemos su testamento fechado el cinco de octubre de 1355 que dejó las armas a sus sobrinos:

<<mandamos las nuestras armas en esta manera a Juan Blázquez, nuestro sobrino, hijo de Blasco Ximémnez, las nuestras lorigas menores de cuerpo y de acaballo y el nuestro gambax y una capellina la mejor y la gorguera.

Otro si, mandamos al dicho Juan Blázquez la nuestra espada que tiene un jaspe. Otro si la espada que compramos a Gil Blázquez, nuestro sobrino de Fernán Blázquez, nuestro hermano, todas las nuestras armas de caballero, las menores con un loriga de cuerpo, la menor de las otras que fincan e la otra nuestra espada que solíamos tener en el caballo castaño, mandamos que las otras lorigas y lorigones de cuerpo las partan entre sí nuestros sobrinos…>>>


1.2.3.8. Testamento de Sancho.

Don Sancho, sabiendo el final de sus días, realiza el último testamento en su casa ante Pedro Fernández, escribano, el 5 de octubre de 1355, sobre pergamino de cuero cerrado y sellado en cera… Por el estamento del obispo Sancho podemos hacernos una idea de la cuantiosa fortuna que llegó a administrar a lo largo de su longeva existencia.”

Para hacernos una idea de la hacienda y riqueza que en vida acaparó Sancho, y en base a su testamento veremos de qué estamos hablando.

  Según José Luis Moreno Núñez, de la universidad Complutense de Madrid, sus bienes deben ser estructurados en tres apartados: numerarios, semovientes y raíces. Los bienes raíces constituyen el grueso del patrimonio, que están atados por el mayorazgo del propio obispo y los de libre disposición. El conjunto de todo es heterogéneo, incluye lugares y haciendas de desigual extensión y composición: casas, viñas, tierras, molinos, etc…

Los bienes numerarios alcanzan la cifra nada despreciable de 126.179 maravedíes, y los semovientes, que se aplica este término a la ganadería, dada su naturaleza es prácticamente imposible calcular su valor.

“…a Gil Gómez le entrega los algos de Aldehuela, estipulando que sus rentas se entreguen cada año al hospital fundado para enfermos y pobres…

Para la catedral abulense, de la que fue obispo durante tantos años tuvo a bien dejar bienes muebles como inmuebles, dejados a través de la mesa capitular, para que fueran destinados al sostenimiento de las capellanías que fundó

 …para la obra de la catedral, sean destinados entre diez y once mil maravedíes… <<y que cumplan a treinta mil maravedíes demandados en el otro testamento>>

Así como los dejados a la mesa episcopal de los obispos: tierras en el Barraco y su término, las casas que tiene don Sancho como morada, lo que poseía en el Bohodón y otras más en diferentes lugares con sus montes, prados y viñas.

El señorío de Villanueva –actual Villanueva e Gómez-, lo lega a su sobrino Gonzalo Gómez…

 El señorío de Villatoro surge de la concesión de concejo de Ávila hace a Blasco Blázquez de la casa de los Velada en al año 1283, a él debió comprárselo Sancho Dávila por 9.000 maravedíes, que más tarde en 1328, lega a su sobrino Blasco Ximeno. No solo legó el mayorazgo, sino que en el poster testamento lo incrementó con los lugares de Valdeprados, el Viso y un molino en los Viéganos.

A Juan Blázquez, hijo de Blasco Ximeno le deja << los algos de Huescanos en Muñana e en la Torre en los algos que nos compramos en Casa Sola, de Valle de Amblés e fueron de Juan García, clérigo de San Juan que lo haya con el mayorazgo de Villatoro en esa condiciones>>

<<Mandamos que al Torrico con la casa fuerte que nos ficimos e los vasallos que nos habemos en Valdepalacios con la heredad e bueyes con todos sus aparejamientos y pastos y viñas con todo lo que está en nuestra casa con armas y pan y todas las otras casas que lo haya nuestro sobrino e nuestro criado Ximén Muñoz, con las condiciones contenidas en la ordenación y la donación que ficimos de la posesión que nos le dimos sellado con nuestro sello e firmado…>>

A este patrimonio inmueble descrito había que sumar lo legado por mitad a su hermana Armuña y a los hijos de Fernán Blázquez que había en:<<Todo el patrimonio en el término de Ávila, Villalba, en Albornoz y en Salvadíos, en término de Arévalo, en Moraleja de Perdones, en Iban Román, en Magazos…>>

A demás de esto deja a Gil Gómez, hijo de Ximén Muñoz, Valvellido que don Sancho había comprado a su hermano Fernán Blázquez.

<<al nieto de Juan González, bachiller, todos los algos de San Martín de Valdeiglesias y de Pelayos con los prados de doña Jamila, judía de escalona que los tenía por deuda y que lo debía Sancha Gutiérrez, nuestra sobrina y su madre…>>

Don Sancho fallecería en el año 1355, siendo enterrado en una capilla de la catedral no muy lejos del ábside donde se coronan dos escudos de su casa: <<…que den a un capellán que cante en cada día en nuestra capilla de Sant Blas para siempre por nuestra alma todo el algo que nos habemos en Carrascal del Valle de Amblés con dos yuntas de bueyes que labran todo el algo que habemos en Hortigosa del Rioalmar con cuatro yuntas de bueyes, prados y linares, casa y un molino bien adobado y lo que rindiesen estos heredamientos que partan en esta manda a las vísperas de nuestro aniversario veinte maravedíes y treinta a la misa>>

“Suponemos que el entierro de cualquier obispo en la Edad Media debía resultar un acontecimiento cuanto menos espectacular, el de nuestro obispo no debió ser de menos, puesto que en las mandas testamentarias se especifican que se destinen cuantiosas sumas de dinero a fin de costear la parafernalia de su inhumación.: <<después de finamiento dos mil mrs. A repartir en clérigos y religiosas que canten en pro de nuestra alma, al deán y cabildo de nuestra Iglesia que viniesen a encomendar el cuerpo treinta mrs, a los que estuviesen en vigilia cincuenta y por la novena cada día veinte>>"

A dichos actos podían acudir los habitantes de las villas cercanas, para los que se destinarían 5 maravedíes a cada uno. A los monjes que viniesen a la vigilia y a su entierro se les pagaría: 30mrs. Si pertenecían a Santis Spiritus de Ávila; 20mrs. Si eran de Santa María la Vieja y 10 a los de San Millán, si estos últimos no acudiesen dichos dineros se habrían de entregar a los pobres; al abad y al convento de Burgos de destina 30 mrs. Sin embargo, a los clérigos de San Benito de Ávila, para asistir a la vigilia, al entierro y para comida se les debían de abonar 60 mrs. y a las cofradías de Ávila: Santiago, Santa María Magdalena, San Antón, San Gil, San Bartolomé, San Francisco, Consuelo y San Nicolás, 100 mrs a cada una.”

Parte asimismo importante, en lo que a dinero se refiere, lo constituyen los rezos: A la novena se destinnan 300 mrs;al cabildo, para que digan misas mientras dure la novena y otra misa cantada en la capilla de San Blas <<e salgan todos sobre la nuestra fosa e digan responsos cantando por cada día diez maravedíes>>;<<a los clérigos de San Benito para que vengan a nuestra iglesia a la misa mayor una vez cada año y el día que seamos enterrado, vengan a las vísperas y otro día a la misa del aniversario y que digan tres misas dos veces al año por nuestra alma>>

No olvidaba Sancho a los pobres, estableciendo que el día que acabe la novena de su entierro den a los que en Ávila estuviesen y viviesen sendas de sayal y los que viniesen a toda ella por cada día 2 mrs. hasta un total de 100mrs diarios <<porque rueguen a dios por nuestra alma>>

Otas sumas de dinero se destinaron a los frailes menores de Talavera (300mrs). las monjas pertenecientes a los siguientes conventos, San Benito de Ávila (500mrs); Gómez Román de Arévalo (300mrs); Sta. Eulalia de Segovia (300mrs); Rapariegos (500mrs); y Santa Clara de Medina del Campo (1000mrs).

Con destino a la obra de numerosas iglesias y otros menesteres: 500 para Santa María de Guadalupe, pasando por los 100 a los malatos de San Lorenzo de Ávila hasta los 10mrs. a Santa María de Vadillo.

… a los sobrinos varones, miembros transmisores por tanto del linaje de los Dávila, fueron los principales beneficiarios del reparto de la cuantiosa herencia inmueble y que por consiguiente podían legarla a los sucesores de su apellido vía mayorazgo para evitar su dispersión. Sancho se encargó de no dejar al margen a las mujeres que llevaban la sangre de su familia: en sus mandad testamentarías hace importantes legados a su hermana Armuña, así como dotes matrimoniales a las sobrinas solteras. Así que a Armuña (hija de Ximén Muñoz) dos yuntas de heredad en los Ángeles por su boda; a otra sobrina también llamada Armuña (hija de Fernán Bláquez) le entregó lo que había en Bernuy, en Berrocal y en Narrillos. Al resto de sobrinas recibirán mil maravedíes para ayudar en su casamiento.

1.2.3.9. Sancho, gran figura histórica.

“Como se ha podido comprobar la vida de este personaje le permitió medir los acontecimientos más importantes del reino de Castilla en primera línea. En algunos de ellos no tuvo más remedio que intervenir directamente, probablemente con buen tino que influyó, con seguridad, en el devenir de las monarquías futuras. Su posición dentro de la iglesia a la par que la de su hermano Fernán dentro del patriarcado abulense (alcalde de la ciudad y alcaide del alcázar) hicieron que su casa, la de Navamorcuende, ocupase el más alto peldaño que el linaje de los Dávila soñase jamás alcanzar. Ambos al unísono se encargarían en dejar al heredero del señorío, Blasco Xineno, una cuantiosa fortuna para entonces, en bienes inmuebles, que sólo el futuro y la mala fortuna de algunos miembros del linaje se encargarían, en los siglos sucesivos de deshacer.” 

(Todo esta información y una parte literal, ha sido sacado de un texto de una publicación donde Julio Sánchez Gil, expone unas averiguaciones y aportaciones de consultas sobre la vida de Sancho, en “Anales Toledanos” revista de periódica anual que se inició en 1967, publicado por la Diputación Provincial de Toledo, en el Número 39 de 2003, en las páginas 79-102) 

 

Me pregunto, si en este caso, el de Don Sancho le puede pedir más a su vida y a su legado, pues tiene acreditada una buena fama, tiene linaje, es parte de la historia, alto cargo en la iglesia (Obispo de Ávila)canciller Mayor de Castilla (1325-1326), notario mayor de Castilla(1313-1320) y notario mayor de la Casa del Rey (1325) un peso enorme en la historia, con su apoyo al rey Alfonso XI, caballero de armas y con una fortuna digna de reyes.

 ¿Qué le pudo faltar? ¿Quizás algo más divino o relacionado con la religión, dado su cargo de obispo? Pues no, si rebuscamos en fechas y coincidencias, y con un poco de maldad, al poco tiempo de ser nombrado obispo de Ávila (1312), y por fortuna divina, y que, esto que cuento ahora, es el enlace de este personaje con este tratado sobre el Monasterio del Risco, aparece por fortuna y gloria, como digo, una imagen de una virgen en el término del Mayorazgo de Villatoro, Nuestra Señora del Risco. Pero no solamente le sonrió en este caso, si no que casi al tiempo, aparece otra imagen en el mayorazgo de Navamorcuence. Casualidad o sino divino, eso nunca lo sabremos, pero el suceso es digno de cuestionar.

Hace falta tiempo y dedicación para tramar algo así, si no fuera de sino divino, claro. Pues bien, en mis investigaciones y en mis lecturas sobre el susodicho Sancho Blázquez Dávila, he encontrado que en las fechas en que en teoría se encontró la Virgen de los Dolores del Risco, (1320) un historiador de reputación innegable como José Ignacio Moreno Núñez, de la Universidad Complutense de Madrid en el área de Historia Medieval, hace una reflexión y pone en tela de juicio unas fechas en la vida de Sancho:

“Entre 1320, en que es apartado en su cargo de notario mayor de castilla, y 1325 la figura de Sancho parece eclipsarse, pues no se tienen noticias de que interviniera activamente en los acontecimientos de esos años.”

De esta lectura que hace José Ignacio, podemos deducir de donde pudo sacar tiempo para hacer una trama conspiratoria sobre la Virgen del Risco, puesto que, si pensamos que la Virgen de los Dolores se encontró en el 1320, por la casualidad de que un pastor se metiera en una cueva, y Don Sancho fue nombrado Obispo de Ávila en 1312, y de él no se tienen noticias de una supuesta actividad durante cinco años (1320-1325),dada su posición, es de esperar que ese silencio, se debiera a algo fuera de lo político y de lo religioso. Pero esto que cuento, se pudiera considerar una manera de quitar una relevancia a la aparición divina y al testigo pasado de boca en boca por los tiempos, porque lo cual es una conjetura laica y pagana que no viene a cuento, nada más que para expresar una más que dudosa casualidad y una maldad sin ninguna duda por mi parte.


1.3. La Fundación.

Cercanos a las actuales ruinas, podemos ver hoy en día una serie de petroglifos en una oquedad entre grandes rocas. Son, en realidad, dos círculos que se separan por un triángulo. Adentrándonos en el terreno de la leyenda y la interpretación, diremos que hay quien ha afirmado que se podría tratar de una representación de la constelación de Tauro.



Taouro o Taurus (símbolo Ŏ Unicode Ŏ) es una constelación zodiacal; su nombre en latín es Tauros y en español Toro. Destaca en el cielo invernal, entre Aries al oeste y Géminis al este. Al norte se encuentran Perseo y Auriga; al sureste Orión, y al suroeste Eridanus y Cetus.






         Sin embargo, parece más acertada la teoría que afirma que las formas están orientadas hacia el llamado Risco del Sol, un pico situado al otro lado del Valle de Amblés, en la Sierra de la Paramera.

Otra opción que nos comenta José María Hernández Escorial, es que bien podría representar el Misterio de la Trinidad, basándonos en la relación que tuvieron los R.P. Trinitarios de Arévalo quienes acudían a Vadillo de la Sierra y Villanueva del Campillo para recaudar fondos y aplicarlos a la redención de los cautivos desde comienzos del siglo XIII, iniciándose la devoción a la Virgen Dolorosa.


              Pero no es el único petroglifo, o por lo menos no es el único grabado con una forma circular, que existe en los alrededores.

Encima de la piedra que da nombre a todo el monasterio, existe una piedra suelta y de gran tamaño, en donde está un círculo grabado del mismo tamaño que el existente en el anterior petroglifo.

            

          Y que pasa desapercibido por estar localizado en una altura que encierra una seria amenaza de poder precipitarnos, con lo cual debemos de tener mucho cuidado si queremos verlo.





             Es en este lugar, donde corriendo el año 1320, un pastor que iba buscando una cabra perdida, encontró una imagen que correspondía a la iconografía típica de la Virgen de las Angustias.



             Existen dos testimonios escritos, en los que se da una versión desde un punto de vista muy religioso y orientado a una sociedad donde los relatos místicos era muy creíbles y por lo tanto quedaban como un relato oficial por parte de la Iglesia católica de esa época. El primero por orden cronológico, corresponde al reverendísimo Padre Juan Villasa, de la Compañía de Jesús, Maestro de Teología, Rector en el Real Colegio de Salamanca y Provincial de Castilla la Vieja. Aunque resulte un poco extensa en tamaño, no tiene desperdicio, pues está escrita en un castellano antiguo y suscitan cierto interés las descripciones, por su lenguaje tan peculiar y sobre todo por la descripción tan religiosa y mística que mantiene.

“...No es mucho lo que fe ha efcrito, y ha llegado à mi noticia de efta prodigiofa, y devotifsima Imagen del Rifco, la qual fe llamada afsi por el fitio, en que dignò aparecer y en que fe conferva, con gran veneraciòn de los Pueblos cercanos, y aun de los mas diftantes de Hefpaña, y fuera de ella. Eftà fito efta devoto Santuario en Caftilla la Vieja en el Obifpado de Àvila, como fiete leguas diftante de aquella Ciudad, en una montaña grandemente afpera, y quebrada, en la jurifdicción de la Viila de Villatoro, que toca à los Excelentifsimos Señores Marquefes de Aftorga, y Condes de Altamira. En efta Sierra fe levantada un Rifco de extraordinaria elevaciòn, y eminencia, que da nombre à toda la montaña, y junto a èl àzia la vanda del Norte, fe ven otros peñasfcos, no tan encubrados, entre los quales fue la dichofa aparición de tan gran Reyna. Quien aya fido el Artifice, ò Efcultor de la devota imagen de Nuesftra Señora, ojen què tiempo, o lugar fe aya fabricado, nada fe fabe, aviendolo Dios Dexado oculto por fu alta providencia, fin aver querido hafta manifeftarlo à los hombres, y lo harà, fi conviniere à gloria, y honra de fu Madre, qyuando à fu Mageftad pluguiere. Difcurrefe que en la entrada de los Moros a en Hesfpaña por los años de 714 algunos devotos, y piadofos Chriftianos la ocultaron en el lugar, en que defpues fe defcuriò, porque no vinieffe à poder de aquellos barbaros, que ni tenían refpeto à lo mas fogrado, ni perdonaban inhumanos, à las imágenes Sacro-Santas de CHISTO, y de MARIA, antes les parecìa hazer obfequio à fu falfl profeta, en arraftrarlas, hazerlas menudas piezas, y echarlas al fuego, paraque tuvieffen de patto a fus llamas. Por efta razòn ocultaron los piadofos Hefpañoles la Imagen de Nueftra Señora junta con la de fu Sagrado Hijo difunto en lo mas afpero de aquella montaña, en una cueba, o gruta retirada, y en ella eftuvo efcondida, a lo que fe cree, mas de 600 años, hafta que por los de Chrito de 1320, poco mas. O menos, fe dignó fu Mageftad manifeftarfe al mundo de la fuerte, que aquì diré....”


“...Andaba un fencillo paftor guardando un rebaño de cabras por aquella montaña. À tiempo que una de allas encaramandofe fobre uno de los afperos rifcos de la Sierra, no pudiendo mantenerfe, fe defpeño, y ayo en una como gruta, ò cueba formanda de la mifma naturaleza: viola caer el paftor, y afustado por la perdida, fe affomo por lo alto à ver fi la podría facar del fitio, en que eftaba; y en lugar de la lobreguez, que de fuyo llevaba la poca, o ninguna luz, que tiniala cueba, vio fu circuferencia llena de clarifimos refplandores, y al mifmo tiempo, oyò unafuave, y clara voz, que dezia, fueffe a la Villa de Villatoro, y de parte del Cielo avifaffe, como en aquel Rifco, y cueba eftaba una Imagen de Nueftra Señora; que vinieffen Eclefiafticos, y Seglares a Facarla, y ponerla en publico, porque querìa tan piadofa Madre ferlo de todo aquel paìs, y fazer à fus vecinos, y moradores grandes beneficios. El paftor todo affombrado, y cafi fuera de sì por novedad tan eftupenda, baxò de la montaña, y fin detención fue à Villatoro, y dio cuenta de lo que mandaba anunciar el Cielo de parte de la Reyna de todo lo crioado; mas al oir en lugar de dàrle crèdito, hizieron rifa, y chanza de la propoficion; por lo qual el buen paftor hubo de volver à la montña, y llegando al mifmo fitio, yviendo la mifma luz, dixo: Señoa, he ido a donde vòs me mandabais, y dicho lo que vos me dixifteos, y en lugar de darme crèdito, han hecho burla de mis palabras. Y al acabar de pronunciaar eftas razones, oyò la mifma voz, que le volviò a hablar diziendole: Buelve hijo, a la Villa y di, que te crean por las feñas, que yo tedoym y fon, que en llegando al Lugar, cierres la mano derecha, y que fi alguno de los de la Villa te la pudiere abrir, no crean lo que dizes; pero fi no pudieren, por mas que lo procuren, crean, que dizes verdad, y que vas embido por mi orden, y mandato. Obedeció el paftor, y volvió à proponer lo mifmo, que antes, à que añadió, que para teftimonio de fer afsi lo que dezia, lo abrieffen aquella mano derecha, que yà tenia cerrada. Oyeron los de Villatoro con igual defprefio, que antes, lo que effeguraba el paftor, y quifieron defengañarle de la que juzgaban fer fantasia de fu innata fimplicidad; y afsi, llegandofe a el le quifieron algunos de los  mayores fuerzas abrir la mano, pero fe defengañaron prefto, porque por mas fuerza, que hizieron (fin hacer él refiftencia) no fe la pudieron abrir, y afsi quedando invencible à la fuerza, alabaron la vencedora mano de Dios, que allì obraba, como dize la Sabiduria; Victricen manum iuam laudavenerunt pariter. Con tanto raro fuceffo creyeron, falieron todos los vecinos, guiados del paftor mifmo, à la montaña, y aviendo caminado por lo mas afpero de ella con gran fatiga dixo el paftor aver iodo las voces, que les avia anunciado…”


“...Llegados al fitio, que el Paftor les feñalò, devotos unos, curiofos otros, defeaban, y procuraban ver la Santa Imagen, que fegún la voz lecftial, eftaba efcondida entre aquellos peñafcos, y como fepultada en la cueba; y aunque lo pretendían con todo cuidado, ya por la obcuridad, ya por no dar lugar las mifmas peñas, no lo consefguian. Pero como el amor es tan ingeniofo, fi huvieffe en la cueba alguna abertura, que franqueaffe paffo, aunque difìcil, y efcafo, a la vifta, hallò una yenda, que hazia la mifma peña, y aplicandefe à registrar por ello que pudieffe alcanzar de lo interior de la gruta, vio claramente la Imagen de la Santifsima Virgen, que defpues defcibo. Al instante con interior, y exterior jubilo dio cuenta a fus compañeros de lo que avia defcubierto, y todos a porfia, procuraban faatiffecer fu defeo, aplicando la vifta à la abertura del peñafco, y con la devota Imagen, que confeguian, en lugar de fatisfacer a fu admiraciòn, la aumentaban. Afsi fue paffando de unos a otros la noticia, y el regiftro, quando fe hallaron todos confufos, por no faber, como facarian la Santa Imagen de la gruta: la abertura era pequeña, ni trahian inftrumentos, con lo que hazerla proporcionada: volver al lugar por ellos, era prefiso, mas fu amor, fu defeo de verla luego patente, y de no apartarfe de aquel fitio hafta lograrlo, lo hazian medio difícil. Que harian?. En fin infpirados fin duda del Cielo, determinaron poftrarfe en tierra y fulplicar a MARIA Santifsima, hizieffe cumplido el favor, ya que le avia comenzado, y les dieffe à entender, que harian, o de que medio fe valdrían, para lograr el theforo, que vian, y no podían pofeer del todo. En efta fuplica perfiftìan aquellos devotos paifanos, quando de repente vieron, y oyeron, que la montaña toda fe eftremecia, y que un gran peñafco, que fervia como de puerta tofca a la cueba, fe apartaba àzia un lado, con un eftallido, y eftruendo terremorofo. Juzgaron, al ver cofa tan rara, que todo el monte fe caìa fobre ello, dexandolos fepultados, con que comenzaron à clamar, pidiendo a Dios mifericordia; pero paffado el primer fusto, y recobrado el fobrefalto, levantofe à regiftar lo fucedido, hallaron, que el peñafco avia franqueado entrada à la cueba, en que fe hallaban el Simulacro de MARIA patente yà à fus ojos, y à fu poffefsión. Entraron todo, unos defpues de otros, en la cueba, y conferforosos, y tiernos afectos adoraron, reverenciaron las Imágenes de Madre, E hijo, y juntamente hallaron tres clavos de fingular hechura, los quales fe pufieron en cuftodia, y oy lo eftan en el RELIGIOSO Convento, que defpues fe fundò, con con guarda de tres llaves, confiadas à diverfos fugetos…”


“…Satisfecha pues la devoción de los vecinos de Villatoro, trataron entre si, què fe via de hacer de la devota Imagen, y determinaron llevarla configo à fu lugar, y colocarla en fu Iglesia, hafta que pudieffen fabricar una hermita en la mifma montaña, en que avia aparecido fuMageftad, bufcando algun fitio cercano a la cueba, en que fe avia descubierto, pero mas tratable, y que pudieffen acudir à èl los devotos de tan gran Reyna,fin la dificultad, que tendraian en llegar hafta la gruta, en que fe avia hallado. Tomada efta refolucion, difpufieron en què poder conducir la santa Imagen, y pidiéndola licencia con fumifsion, y redimiento, la colocaron fobre los hombros de algunos de los mas robuftos, y en devota procefsion, yà cantando diverfas oraciones, yà conferenciandoentre sì la dicha, tan fobre fus meritos, que les avi cabido, la conduxeron à Villatoro, y la pufieron en la Igefia Parrochial, con la mayor decencia, que les fue pofible. Y por no fer omiffos en cumplir lo prometido, comenzaron luego à fabricar la hermita, no lexos de la cueba, en que avia aparecido, en un pequeño prado, en que nace la llamada Fuente santa, à ducientos paffos, como fe baxa del Rifco, al Valle de Ablès, à la parte de medio dia, tomando tan à pechos la fabrica, que en poco tiempo la acabaron ( aunque también contribuyò à la pronta conclufion de la fabrica la pequeñez de la hermita y la pobreza de la obra). Concluida la capilla, determinaron devolver la Santa Imagen à la montaña, fintiendo no sè què fuerza interior, que fuave, y fuertemente los inclinaba à no tenerla en su lugar, u afsi lo excutaron, trayendo otra vez la prodigiofa Señora, acompañada del filmulacro de fu Hijo, por aquellos Rifcos, entre los quales les parecía eftar guftofa, y la colocaron en la nueva, y eftrecha Capilla. Pero no fiendo efta la voluntad de Dios, ni de fu Madre, prefto conocieron, que la Santa Imagen guftaba fer venerada, donde fe avia aparecido, porque luego, que pufieron en la nueva hermita, de noche, ò por minfterio de Engeles, ò de otra manera fácil al poder divino, fe pafsò à la cueba primera, en donde la encontraron la mañana inmediata unas devotas mujeres de la Villa, aviendola echado menos en la Capilla recién fabricad. Con efta clara demoftracion, y feñas de la voluntad de tal Reyna, trataron afear, y poner decente la cueba, ò gruta fanta, que avia efcogido para Palacio augufto de fu habitación, y levantando, arrimado a la cueba, otro pequeño edificio aunque mas abaxo, o como a la falda del Rifco, que contiene la cueba de frequentando por la devoción de los fieles hafienzofe con el tiempo algo mas tratable el efpero del camino. Pufieron los de Villatoro en el Santuario de Nuestra un Capellan, que afsiftieffe en el, dixeffe Miffa, y cuydaffe de fu affeeo y decencia, fe dedico también toda fu vida el dicho Cabrero que efta fepultado en fu Iglefia, y dexò fobre fu pobre hacienda, que gozan fus defcendientes en el Lugar de Poveda, fundados tres Aniverfarios de à dos reales, que aun fe cumplen con tierna memoria: y en cuyo modo de gobiernofe confervò la hermita, hafta que entraron e fer Capellanes de la Santifima Imagen de Nueftra Señora del Rifco, los hijos del gran Patiarca y excelfo Doctor de la Iglefia San Aguftin, del modo que dirè: Avìa profeffado la efclarecida Religion de los Hermitaños de San Aguftin un Religioso Llamado Fray Francisco de la Parra, aquien defpuès de aver regentado diverfos Magifterios de la Orden…”


El segundo escrito, es posterior y está en los archivos digitales del ayuntamiento de Murcia, catalogado de la siguiente manera:

Autor/es principal/es: Fuentes y Ponte, Javier (1830-1903)

                              Título: Desarrollo del culto de María en España durante la Edad Media

                         Editor/es: Lérida : [s.n.] (Imprenta Mariana)

    Fecha de publicación: 1886

         Descripción Física: 120 p. ; 21 cm

                               Notas: Memoria premiada con rosa de plata en el certamen público celebrado          por esta última en 22 de Noviembre de 1885

                                                   MU-AM , 10-D-9(2)

       Tipo de documento: texto

Aparece en las colecciones: Impresos S. XIX



           La tradición oral la considera la primera de nuestro país en ejecutarse en talla escultórica pues, hasta el momento, todas ellas eran pinturas. La costumbre de la época era dar por advocación a las imágenes el lugar donde habían sido encontradas, por lo que se decidió denominarla Nuestra Señora del Risco. Desde el mismo momento de su aparición, se convirtió esta imagen, que según la tradición es la misma que se custodia hoy en día en la iglesia parroquial de Villatoro, en un importante foco de peregrinación para toda la comarca. 


             Esa tradición oral también, nos cuenta como fue el hallazgo de la imagen de la virgen, y tal cual ha llegado a nuestros días contada por la voz del recuerdo en los antepasados de la comarca. Y así nos lo recuerda en su página web, la Asociación Cultural Peña “El Risco”: 

“En el siglo XIV, año 1320, en la parte de la solana de la Sierra de Ávila, por encima de Amavida, un pastor encontró la imagen de la Virgen del Risco en una cueva cuando iba buscando una cabra que se le había perdido (se dice que era una imagen de la virgen de las Angustias guardada en la oquedad por cristianos en tiempos de la reconquista musulmana para que no fuera destruida por los infieles), la virgen se apoya en la cruz y tiene entre sus brazos a su hijo muerto.”

          Llegados a este punto y sin intención de molestar ni menospreciar a la tradición y a la devoción de todo un pueblo a su Virgen, sino que intento expresar una contradicción que a mí parecer es significativa. Decir que cabe la posibilidad de albergar serias dudas sobre si esta imagen fue en realidad la encontrada en la cueva y la que dio origen al monasterio. 

            José María Hernández Escorial, nos lo cuenta de una manera muy precisa: “Esta imagen, posiblemente de barro o madera había sido ocultada en ese lugar por fervorosos cristianos en fechas posteriores a la entrada de los árabes en la península, según cuenta el P. Juan de Villafaña “… con la entrada de los moros en España, por los años 714, algunos devotos y piadosos cristianos escondieron una imagen en la cueva en que después fue encontrada y en ella estuvo a lo que se cree más de 600 años, hasta que, en 1320, más o menos, se dignó S. M. manifestarse al mundo”. Hoy esta figura manifestada, que los escépticos vecinos de Villatoro decidieron bajar a “la ermita de San Andrés”, está desaparecida. La Piedad actual con advocación de Nuestra Señora del Risco, fechada en el siglo XVI procedente del perdido convento agustino se conserva en la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel de la villa. El trabajo de la talla, fechada alrededor de 1730 se le asigna como una de las primeras esculturas de Alejando Carnicero, grabador a buril y escultor de Iscar, obispado de Segovia, afincado primero en Valladolid y posteriormente en Salamanca donde realizó la mayoría de sus trabajos para diferentes conventos y monasterios, ejecutando numerosas obras de retablos, sillerías de coro y esculturas.”

            

       Esta es la llamada Virgen de la Antigua y datada del XIII, pues bien, digamos que esta imagen cuadraría más en las fechas, como en la que se encontró la imagen de los Dolores. Sin embargo, no hay nada que lo pueda demostrar ni darla por la original y tampoco parece ser el caso. La Virgen de la Antigua, que hoy está situada en una capilla debajo del coro, que se utiliza en los meses de invierno, para hacer allí las misas por ser una habitación más caliente.

          Si tenemos en cuenta otras imágenes del siglo XVI, como esta, y que perteneció a la Parroquia de Valdeviejos, y que hoy se encuentra en el Museo del Camino en Astorga en el Palacio Episcopal, obra de Gaudí, vemos que el resultado no transmite la escena de los dolores con tanto dramatismo, como la Imagen de Los Dolores que hay en Villatoro. Si nos fijamos bien, las proporciones entre madre e hijo no concuerdan, es mayor la imagen de la Virgen que la de su hijo muerto, con lo que se demuestra que unas proporciones creíbles, son cosa de un taller o escuela de arte de calidad, y el detalle de la lágrima en la cara de la madre, en el caso de Villatoro, demuestra también una maestría además de en proporciones, en realismo de desconsuelo. Y estamos hablando que esta imagen es del último cuarto de siglo XVI.

1.3.2. Sobre las tallas de origen Románico:

Las tallas de imágenes, al igual que la cultura va sujeta a modas y patrones concretos, definiendo por igual épocas que denominados estilos. En las fechas en que fue encontrada la talla de la virgen del Risco, y nos estamos refiriendo a tiempos godos o románicos, los estilos y la forma de trabajar, al igual que de pensar eran sencillas e imperfectas, si ponemos ejemplos posteriores, en los cuales ya había escuelas y maestros para hacer diseños y trabajos con más detalle y más verídicos, que no es el caso de la primitiva imagen que se encontró del Risco, apreciaremos la diferencia entre tiempo y estilos.

“Una parte importante en la religiosidad del hombre románico la constituyeron las tallas en madera para formalizar y estimular sus sentimientos y devociones. El hecho de que la figura sea “de bulto (donde la escultura representa una tercera dimensión) es importante a la hora de proyectar las emociones religiosas. Y a ello ayuda más la imaginería que la decoración pictórica. La mayor parte de las tallas en esta época corresponden a imágenes de la Virgen con el Niño y Cristo Crucificado, bien en solitario o formando grupo con la Virgen y San Juan en forma de “Calvario”. Son tallas realizadas sobre maderas de diversa procedencia, por lo general locales (pino, nogal, roble…) Su acabado se efectuaba policromando la talla. En ocasiones estas imágenes son verdaderos relicarios al portar reliquias en una oquedad posterior.” (LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO: A. GARCIA OMEDES) (http://www.arquivoltas.com/presentacion/presentacion47.htm)


Esta imagen (la situada a la izquierda) es la que se halla en la iglesia Parroquial de San Juan Bautista, en el municipio de San Juan del Olmo, una tala de finales del XII, principios de XIII. No hace falta ir muy lejos para encontrar ejemplos de este tipo de tallas. Otra y también en la provincia es, la Virgen de la Soterrania, talla del siglo XIII que se encuentra en la Basílica de San Vicente en Ávila capital.






           Estas cuatro imágenes de abajo, pertenecientes a diferentes sitos, están expuestas también el Museo del Camino, en Astorga, no dejan ninguna duda sobre el estilo y la manera de hacer, que se manejaba por entonces.







“Un buen número de Vírgenes románicas ha llegado en buena conservación hasta nuestros días. Muchas otras han desaparecido por deterioro de su materia prima, incendios, destrucción intencionada o expolio. Realmente debió de ser elevado el número de las mismas y probablemente no hubiera templo que no las tuviese. Las tallas de la Virgen la representan sentada y con el Niño sobre ella (“Theotokos” – es una palabra griega que significa Madre de Dios-). Son “Vírgenes-Trono” en las que prima su función de “mueble” desde el que reina Cristo. Esto es especialmente realista en las más antiguas. En ellas la Virgen es hierática (solemne o sagrado), inexpresiva, casi ausente, con los brazos extendidos flanqueando al Niño como si de los de un sillón se tratase, pero sin intentar siquiera tocarlo. El Niño se halla centrado en el plano de simetría.”(LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO: A. GARCIA OMEDES) (http://www.arquivoltas.com/presentacion/presentacion47.htm)


         Esta última imagen, se haya en la Ermita de las fuentes, en la pared de la ermita, que da al camino de entrada a dicha ermita.  Se puede apreciar el gran deterioro de su estado, al estar expuesta a la intemperie, en una zona donde las temperaturas y el clima son muy agresivos.

            Como podemos ver, el hacer de tiempos en el que el estilo románico era el que correspondía, y como se puede apreciar en la imagen en cuestión, no corresponde en absoluto, con lo supuestamente encontrado en la cueva del Risco. Los escritos que hemos visto anteriormente, intentan de una manera oficial, zanjar ese anacronismo refiriéndose a él como de un origen divino, más que humano, y dando una respuesta al anacronismo al que refiero anteriormente en el escrito encontrado en Murcia: “…hasta entonces no habían aparecido las imágenes más que con un solo tipo, esto es el de la Virgen Madre con el niño en sus rodillas, ó en su brazo izquierdo más tarde, pero esta, representa a María Dolorosa, teniendo una rodilla en tierra, sosteniendo en la otra el cuerpo difunto de su hijo: es por lo tanto la primera efigie de Nuestra Señora de los Dolores, conocida en Castilla; lleva por título Santa María del Risco, y se apareció en 1320…”

         Y es con este significado, el de divino, es con el que se le reconoce de una forma oficial, con el paso de los tiempos.



1.3.3. origen de la talla.

             Son muchos los que se han preguntado por qué fue escondida la imagen en este lugar. Para ello, se han sugerido diferentes teorías, entre las que más acertada afirma que pudiera ser resto de la presencia de los anacoretas del siglo XII.


              Los anacoretas, conocidos ya en tiempos de los judíos, comenzaron a extenderse desde los principios del cristianismo y se multiplicaron durante los siglos II y III a causa de las persecuciones, refugiándose gran número de ellos en la Tebaida (Egipto). Pensaban que, apartándose de la sociedad humana, obedecían además el mandato cristiano de “no ser parte del mundo”.

 “…Si fueseis del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, sino que os escogí del mundo, por esto el mundo os aborrece. (San Juan 15:19)”





    El anacoreta, obra del pintor polaco Teodor Axentowicz. Museo Nacional de Varsovia.










La tradición cuenta, que es en una cueva donde se ocultó la imagen y donde se halló, bien pues la cueva está situada cerca de donde se levantó la ermita.

Justo debajo de la piedra que contiene el petroglifo de los dos círculos y un triángulo. 

Se puede ver, por su enorme tamaño desde cualquier sitio. Es una piedra que da al este de la iglesia, en un verdadero Risco.



Primero hay que pasar entre medias de dos grandes roscas.

La entrada, no parece una entrada, porque hay que sortear unas rocas, que parecen arrojadas y puestas a posta para ocultar y dificultar el acceso, y sobre todo su localización.

La entrada es estrecha y parece casi imposible que algo grande pueda ser sacado por aquí, no es creíble a no ser, que la entrada no tuviera esas rocas entonces, que la pusieran para ocultar mejor la cueva y con ello, a la imagen de la virgen, taponando la entrada.

Dentro ya, el espacio es mayor, consta de una cavidad rectangular en la que cabe mucha gente. Es consecuencia de una fractura de la gran roca, en la que un desplazamiento hace una cavidad rectangular y de un tamaño considerable. 

Existen grabadas tres cruces en dicha nave rectangular.

      



      En un extremo existe una salida que nosotros denominamos “La terraza”. Da al sur, mostrándonos unas vistas impresionantes…


         Si volvemos al escrito del reverendísimo Padre Juan Villasa, y a modo de resumen, afirma que el pastor al encontrar la imagen bajó rápidamente a Villatoro. Allí nadie le creía y volvió al lugar para encomendarse a la virgen. Al volver al pueblo, decidieron organizar una solemne procesión y, viendo la imposibilidad de rescatar la imagen, la rezaron. De repente, se escuchó un gran estruendo provocado por el corrimiento de unas rocas. Junto a la imagen se encontraron tres clavos que se custodian en el Convento. Se bajó la imagen a Villatoro en solemne procesión.

        En ello, se hace alusión de algún modo a las rocas que hay en la entrada de la cueva, pero no nos aclara el modo de sacar a la Virgen: si se quitaron las rocas, para poder sacar la imagen… luego de sacarla… ¿colocaron las rocas en su sitio otra vez…?




           1.3.4. Origen del Monasterio.

Corría el año 1504 cuando el que llegará a ser Provincial Agustino de la provincia de Castilla Fray Francisco de la Parra, decidió erigir una pequeña ermita consagrada a Nuestra Señora de las Angustias en el lugar de la aparición. La denominó “Ermita de Nuestra Señora del Risco”. De la Parra, quien ya había dirigido importantes casas monacales de Castilla, decide retirarse en 1525 a este lugar para pasar en él sus últimos días. Sin embargo, decidió solicitar al Señor de Villatoro y, al que por aquel entonces era obispo, el prelado Ruiz, que le concediesen autorización para crear allí un convento. Fue confirmada esta decisión por el Papa Clemente VII. Este hecho tendría lugar en 1530, estableciéndose una construcción tardogótica que se prolongaría en el tiempo hasta recibir influencias herrerianas.




La Orden de San Agustín es una orden de fraternidad apostólica. Se trata de una fraternidad porque todos los hermanos que la integran son iguales no existiendo ningún tipo de diferencias originadas en privilegios, títulos y situaciones sociales o económicas.



San Agustín, obispo de Hipona,

 Padre y Doctor de la Iglesia.


La Orden de San Agustín, históricamente conocida como Orden de Ermitaños de San Agustín, es una orden religiosa mendicante establecida por la Iglesia Católica bajo el pontificado de Inocencio IV en el año 1244, ante la necesidad de unificar una serie de comunidades de eremitas que surgieron bajo la experiencia monástica de San Agustín y su Regla del siglo IV.


Este es el símbolo o escudo de la Orden de San Agustín, como rezaba en la iglesia del Monasterio del Risco, antes de que se desmontara y se llevase a una propiedad privada en el pueblo de Amavida.

 





 1.3.5. Regla de San Agustín

La regla de San Agustín son las nomas que Agustín de Hipona, conocido como San Agustín, redactó para organizar la vida de la comunidad cuando fundó el monasterio de Tagaste, en el norte de África, y si bien las elaboró en tres momentos distintos, en el fondo se reducen en una sola. 

De Atribuido a Gerard Seghers: https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=43661956

La regla del santo es la más antigua de Occidente ya que es del siglo IV d.c al siglo V d.c. En ella regula las horas canónicas, las obligaciones de los monjes, el de de la moral y los distintos aspectos de la vida en monacato.

Muchos monasterios africanos adoptaron las reglas de San Agustín. Siglos más tarde fueron también adoptadas por órdenes clericales como los premonstratenses (siglo XIII d.c.) y los dominicos, mercedarios o servitas (siglo XIII d.c.)


De Jaime Huguet: https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=21955263