La Puente Mocha.
Volvemos a Valdemaqueda, no
estaría mal encontrarnos las mismas sensaciones que el último día, la ruta de
hoy apunta a ser parecida. De momento el día nos sonríe con un sol perfecto
para la fotografía.
No sabía cómo llamar a esta
ruta, porque hay muchos altos y cosas que ver, así que he decidido llamarla
como un puente que marca la mitad del camino.
El personal ha variado,
tenemos bastantes bajas por culpa de los catarros y las gripes... y a los
supervivientes se les añadió otros caminantes que sí que pudieron.
...para orientarnos, diré que venimos como del Hoyo de
Pinares.
Cruzamos todo el pueblo y al final pasando la plaza, y en la segunda
marquesina de la parada del autobús, cogemos una calle a la derecha, hasta
llegar a pisar tierra, donde comienza una pista forestal y es ahí donde
dejaremos los coches.
Lo mejor de un comienzo cuando hace
frío es una buena cuesta arriba…
...pues esta es coj…da…
...pues esta es coj…da…
Se nos pasó el frío y
todas las tonterías…
¡Ya te digo…!
Pero nada mejor que unas buenas
vistas para remediarlo todo, y de estas hay muchas...
En esta ocasión y para que las
fotos no escasearán, contábamos con un fuego cruzado ente el que os habla y
Servando...
Pronto hicimos cima en la
Cerbera, un alto que está a 973m, con lo cual hemos librado un desnivel de casi
300m desde que dejamos los coches
Esta luz nos va a dar muchas satisfacciones
en forma de imágenes
Parada para contemplar y para
descansar...
Que buenas vibraciones nos da
este lugar, la hierba fresca y verde...con unos montes extensos y bonitos…
Allá, no muy lejos se ve la cima
de la Cabreruela, que tanto gozo y disfrute nos proporcionó el último día...
Si nos fijamos en la parte
central media, vemos un camino, por ese tenemos que ir...y donde se pierde es
otro alto, el Cerro Boquerón de 968m, donde doblaremos para abajo en busca del
río.
No nos sorprende, pero si nos
maravilla este pino y el muérdago... con la
Cabreruela al fondo...
Este es el momento en el que
doblamos hacia el río...
La pendiente es pronunciada...
Además de cuesta abajo, parece
que vamos a otro mundo, por la oscuridad lo digo, que es tan fuerte como la luz del día...
¡Qué bueno! Peri si bajamos con ritmo
y todo, fijaros que marcialidad y que acompasado los movimientos y los pasos...
No te enfades Raúl, porque seguro
que te estarás enterando ahora de las fechorías de Gonzalo... con esa intención
lo ha hecho...
Ahora sí, explica que parece una
señal de curvas peligrosas...
Nos llamó la atención como este
árbol, atrapó entre sus raíces unas rocas...rocas que no quiere soltar ni una
vez muerto...
Que sensación de frío y sobre
todo, que frío de verdad...a la sombra es otra cosa que cuando te da el
solillo...
Pero pronto volvimos a la vida...
con
sol claro...
Fijaros en este pino, dos
chicarrones del norte...
…y Raúl, para abrazarlo...
Que grandes y majestuosos, había
muchos que no podías pasar sin reparar en ellos...
Donde la luz no había llegado
todavía, le escarcha era la dueña del suelo...
El río nos llevó al destino que
da nombre a la ruta de hoy...
La Puente Mocha.
También llamado La de los Cinco
ojos.
Parada obligatoria para
inmortalizar este lugar, aprovecharé para hablar un poco de este puente.
La tradición atribuye un origen
romano, pero lo más probable es que sea del bajomedieval o prerrenacentista.
Está formado por cuatro bóvedas a
medio punto y dos vanos de losas planas a ambos lados de sillería de granito.
Las bóvedas se disponen en
degradación, configurándose un perfil angular o en forma de lomo de asno, muy característico
de las construcciones medievales. Tiene una longitud aproximada de cuarenta
metros. (No es de mi cosecha, le pregunté a la Wikipedia…)
Llegó la hora de la foto de grupo
más la puente, bueno yo aparte por ser el fotógrafo...oficial...
Más vistas del lugar...
Últimas fotos y nos vamos...
La curiosidad de Albino entre dos fuegos...de fotógrafos,
claro…
Seguimos el río de momento...
Cada uno se divierte como
quiere...
Empezamos a subir dejando el río
a la derecha, y hacia las rocas.
Pero antes una mirada atrás, para
no perdernos nada...
Ahora sí, continuemos...
Por esta pista forestal que nos
sirve como guía.
Me llamó la atención una roca que
vi en lo alto, parecía como una paloma, o solo la veo yo...
El camino se vuelve rampa...
Venga mi amor...que ya estas casi
arriba...
Parada, cogemos aire y a los
rezagados...
Coronamos otro alto, el Risco
Galechal de 935m.
Nos hemos acostumbrado a la
presencia de estos bichejos y nos parecía raro no haber reparado en ellos antes.
Estos altos que vamos pasando, se
caracterizan por un berrocal impresionante y bonito a la vez.
Empezamos a ver el vértice geodésico
de la Cabreruela...
IN-PRESIONANTE...
Parece que esta especie humana y poco recomendable para los andarines en el campo, no seamos capaces de librarnos de ellos.
Esperemos que sí, de sus armas...
Es imposible dejar pasar estas
vistas...
Risco
del Galechal. 935m
Cada vez que lo veo, más me
impresiona...
Qué bonito este muérdago con sus vallas…
…parecen perlas nacidas de un
árbol...
Hacemos una parada para el avituallamiento y para que Raúl se entretenga un poco…
¿...Raúl y el
Madroño...?
¿...Raúl o Colón...?..
¿…Qui sait...?
No es casualidad parar en este
sitio, está cerca del Risco del Águila y merece ser observado con detenimiento.
...y lo poco agradecido de estas caras...claro...
Esta foto nos quedó un poco
ajustada, pero pudimos entrar en ella...
Y con la Crabreruela al fondo,
...¡Qué pasada...!
Al lado había una gran roca y
claro...teníamos que subir y ver desde lo alto...
...Mamá, ya soy más grande que tú...
Mi eterna campanera...
Continuamos, pero Jose Luis nos
quiere mostrar sus habilidades... ¡Cuidado...!
Esta piedra que ya retraté en la
ruta pasada, ahora nos dice otra cosa...
Ya divisamos Valdemaqueda...
Raúl mimetizándose con el
entorno...
En este momento dejamos el camino
que nos llevaría al inicio de la ruta pasada y tomamos otro en dirección a
pueblo...
Un rebaño de cabras, nos hace parar un ratito que aprovechamos para sacar fotos de cabras...
Raúl y el lanza miento de
Bastón...
Raúl... y...
...yo que séee...
Terminar con el recorrido en un
mapa...
Con esta imagen, termino el
reportaje de este día. Sé que es un día más en la historia de “Caminando”, que
pudiera ser rutinario y poco llamativo. Pero nada más lejos de la realidad, se llenó
una página más de este grupo en el diario de nuestra memoria. El relleno
que deja en el alma no es poco, la satisfacción de solo poder hablar de ello es
suficiente para desear volver a juntarnos y hacer honor al nombre, que aunque
nos rompimos poco la cabeza eligiéndolo, acertamos de pleno al resumir el espíritu de "Caminando"
Fin.
Jamm.
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