La mina Ceferina.
El Hoyo de Pinares.
Me
satisface mucho salir y si encima mi hija Verónica viene con migo todavía más.
Es
día no tubo desperdicio, buen tiempo, una ruta relativamente cómoda y tiempo
para disfrutar del camino.
Esta
historia no tiene más preámbulos, asique manos a la obra…
Diré que pocos
pueblos tienen rutas de senderismo también señalizadas y divulgadas en panfletos
como el Hoyo de Pinares. No se acoge a las normas generales de colores por razón
de su dificultad y su longitud, pero los palos que sirven para la señalización
son perfectos, desde cada palo se ve el siguiente y el anterior. Es un dato
para tener en cuenta.
¡Qué coincidencia, los dos vienen hoy en conjunto¡
Cruzamos la primera presa…
Hay camino y palos que lo
indican…
Si os fijáis en la piedra que
está en la parte derecha y abajo, también señaliza con un triángulo, cuya punta
indica el sentido y el color de la ruta…
Este primer trayecto, ye es
cuesta arriba…y en eso se
basa la dificultad de hacer esta ruta…
Tiempo de setas sin duda…
Momento para la contemplación…
Este pino
esta como un poco retorcido... ¿no…?
Parece como de goma y que vuelve a brotar después de haberse
retorcido…
Después de ver esto no parece que yo esté tan mal, ¿a que
sí..?
Cuando nos estábamos fijando en los palos y su continuidad…
reparamos en el suelo…y
¡Coño…! Parece lo que
parece…una seta de cardo…
…y
otra... y allí fíjate...más...
Bueno ya
tenemos para un aperitivo…
Sigamos…
Gonzalo
facilitando el paso por el río, claro…
Pues ya
hemos llegado a la mina…
Parece
ser, que de esta mina se sacaba cobre, y que por los alrededores había más minas, e incluso
una de wolframio… que no está dada a conocer por ser radioactivo este mineral…
Está candada
por seguridad…
Otro pino
de forma curiosa a la puerta de la mina.
Dejamos
la mina y continuamos subiendo, esta ruta es una ruta circular y nos lleva
cuesta arriba hasta un punto en el que tendremos cuidado, pues nosotros nos
desorientamos…ya os lo explicaré más tarde…
Cada uno aporta lo mejor de él mismo…jajajaja….
Es aquí cunado nos despistamos. La ruta
es siguiendo el camino que tiene delante Gonzalo, pero a la izquierda se va a
un punto geodésico. Que hay que subir a la izquierda y bajar por el mismo sitio
que subes, para ir a parar a este punto en concreto y continuar por ese camino
que comento y que es la continuación del que sale de la valla, para ir por la ruta que iniciamos.
Estos personajillos casi siempre nos
los encontramos dando vueltas por todos los lados..
Pronto nos encontramos con el río, señal
que ya queda poco para la otra presa.
Una de diseño…
Estas parcelitas están
bien,
si en verano corriera el río…
¿Qué veis…?
¿Uno...?
Pues no, dos Parasoles…
La naturaleza hace cosas que te llaman la atención…
Estamos llegando a la
segunda presa, que es la más grande.
Lo parecen, pero no son…
Hay poco que decir sobre
esta ruta, que está muy bien señalizada, que nos hizo un día estupendo, que no
es demasiado cansada…y que son la clase de rutas que invitan a repetir…
Fin.
Jamm.