viernes, 14 de noviembre de 2025

 

Introducción

(Risco)


                                                 Bienvenidos a una osadía y un reto personal, en el que mi cabeza intenta navegar en el espacio-tiempo de esta manera tan extensa y profunda. Es una licencia que me he tomado yo, siendo un pobre observador con un alma inquieta que se muere o revienta, si no muestro mis averiguaciones sobre un cenobio del cual queda muy poco.

Puede que no sea yo el más indicado para hablar del Monasterio del Risco, pero eso no me preocupa tanto como su deterioro y su mal estado en general, así como su desconocimiento en profundidad del monasterio, basándose tan solo en la tradición oral y religiosa, que para mí no es la más adecuada y real.

 La osadía con la que afronto este reportaje, es cosa de llevar mucho tiempo intentando hablar de ello, y al no encontrar una forma o un soporte adecuado para tal propósito, me decanté por la forma en la que me creo un poco más suelto.

 Durante ese mucho tiempo, que me ha recorrido por la cabeza este pensamiento, he recopilado datos y fotos, y el suficiente coraje, como para emprender esta acción. No dejaré pasar una oportunidad como esta, de querer intentar hacer una labor informativa y de opinión, para alzar una mano en pro de su recuperación, lo cual mi rebeldía y mi osadía, así me lo pide.

Entiendo todo lo que ya se ha escrito sobre el monasterio, y se han dado datos sobre sus inicios, como José María Hernández Escorial, en su último y póstumo libro “Villatoro Historias, leyendas y cuentos”, en el que yo colaboré con alguna foto, además de sus cuadernos populares "Los Papeles de Villatoro" que confeccionó, y  repartió  gratuitamente por toda la comarca de una manera desinteresada y altruista, y al que le dedica un ejemplar, en su número 29 (Aparición y milagros de Nuestra Señora del Risco) en julio del 2000. Dámaso Barranco también menciona y hace un buen reportaje en su libro “Una aproximación histórica a dos comunidades de la villa y tierra abulenses (la episcopal Bonilla y la señorial Villatoro)” y en su libro “Monasterio Agustino de Nuestra Señora del Risco Amavida –Ávila 1525-1836)” al cual le dedica toda su atención y recoge datos muy significativos a la hora de saber algo más sobre su construcción, además de hacer un buen recorrido sobre toda su historia.

 Por lo cual mi trabajo, lo enfoco a leer entre líneas sobre todo lo que he podido encontrar sobre él, en los escritos que, relacionados con el monasterio y sus personajes directamente o indirectamente yo, he creído conveniente mencionar por encontrar algún tipo de relación con mis interpretaciones. No es más que una visión sobre el contexto histórico, visto e interpretado por mi forma de pensar, que recorre casi cuatro siglos, interpretación sobre una sociedad, jerarquizada por varios poderes, el de la nobleza, los reyes y corte, y por supuesto el religioso, que siempre estaba asociado a los otros poderes que he mencionado y que en definitiva manejaban los hilos de aquel momento, o de aquella sociedad. Quisiera que este reportaje se entienda como el “salseo”, pero con los ojos de un ateo, agnóstico y persona con mala baba la hora de decir cosas que ya se han dicho, pero yo, es como yo las entiendo.

Intento relacionar esos tiempos que van desde la llegada de los musulmanes en el 711, y hasta el 1836, donde sus acontecimientos se explican por si solos, si nos paramos a hacer una interpretación fuera de complejos religiosos o políticos. Quisiera no ofender si el tratamiento que doy a este reportaje puede levantar ampollas sobre las creencias religiosas que la tradición y la educación que se ha recibido no es la misma que yo comulgo. También entiendo que explicar esto a personas dichas en la materia, como historiadores o arqueólogos u otros que tengan conocimientos sobre el tema, entiendo que a ellos les suene a tontería, o que se sobreentiende, y que ellos ya contemplan y lo pueden ver irrelevante, por eso mismo y con el permiso de estos últimos, este relato pretende explicar de una manera sin contaminaciones religiosas ni tradicionales las cosas como yo las he llegado a comprender,  dirigidas a esas otras personas, sobre todo moradores del lugares próximos al monasterio y por lo tanto vecinos. Con este motivo recojo esos textos y los intercalo con lo que son las pruebas para mí de una historia que es diferente, aportando otros datos, que me reafirmen en esta especie de tesis. Intento reflejar el medievo con sus tropelías, guerras e intereses y acontecimientos con sus entresijos de la forma que entiendo yo este periodo.

Hice un primer manuscrito, con el trabajo de un joven estudiante de arte y del cual saqué un primer proyecto y una línea que seguir. Fue más adelante que pude encontrar información un poco más particular a su historia, llegué a los “Papeles de Villatoro”, y con ello a una persona.

 El momento en el que me tomo en serio este trabajo, es cuando tomo contacto con José María Hernández Escorial, que significó para mí, algo más que un aliento, a la vez que me abría los ojos ante tal empeño, aunque la realidad es, que él fue quién influyo en mi determinación de seguir adelante. Yo muy humilde, le confesé de como yo, que no tenía la suficiente preparación académica, ni soltura en esto de escribir, ¿Cómo podía emprender dicho proyecto? José María me enseñó y me dejó ver que, no importaba lo que pensasen algunos, tanto si te conocían, como, si no te conocían, lo importante era lo que yo creyera. El proyecto José María lo veía bien, pues era una manera de interpretar la historia, una historia que se podía contar de muchas formas, y la mía era una de ellas, por lo que me apoyaba en todo momento.

José María con varias publicaciones y, sobre todo, con la revista de “Los papeles de Villatoro” me dejó claro que había que luchar por la historia y que el contarla no era fácil y sí costosa, él me confesó, que la conclusión que sacó, era que nadie era profeta en su tierra, y que tampoco nadie le agradecería ese trabajo como uno esperaría, aunque fuera muy poco, lo que uno espera. Pero la ilusión, con la que él me contaba batallitas del monasterio, así como de Villatoro, esa ilusión que ponía en todos los relatos, es lo que le hizo seguir adelante y es lo que él me trataba de decir.

 Sim poder conocerle en persona, pues su enfermedad no le permitía ya desplazarse con normalidad a Villatoro. Un buen día, me pasaron su teléfono y fueron tantas las charlas y las horas de hablar con él por teléfono, las que me dieron más ganas y me mantenían a flote con el ánimo arriba puesto en el proyecto. Encontré un mentor y una buena persona y sobre todo un amigo al que le podía contar mi vida, pero lo que vi en él, es que era un hombre sabio, en historia como en la vida en general. Era tanto lo que me contaba, que yo lo pondría todo en mi proyecto, pero no me daba tiempo de tomar nota, no daba abasto en tomar apuntes, por lo cual opté por grabar todas las conversaciones.

 Me introdujo en un mundo desconocido para mí, en la verdadera investigación, de él tome aliento en forma de mensaje, sobre los verdaderos motivos de la construcción del monasterio, como de su olvido. Me hizo ver que había otra forma de contar las cosas, no soy científico, ni historiador, pero si inquieto, y tenía un mensaje, en forma de relato.

 Vi una forma de contar la historia, ya sé que fueron otros los investigadores, los que habían averiguado cosa y datos. Pero yo una manera de unirlo en forma ilustrada, donde las fotos y el texto tuvieran la misma importancia, a la vez que alguna reflexión.

Mi pretensión, es hacer un libro-reportaje para la gente del pueblo, sin carga religiosa ni de argumentos fijados por la misma. Intento reunir datos sacados de todos los sitios, es decir, intento dejar reflejado todo lo que se ha podido escribir y documentar sobre el monasterio, reunirlo y guardarlo en un mismo lugar, para que sirva esta entrada en este blog como archivo y memoria del monasterio, a la par de fijar mis intenciones. Espero recoger todos los datos que pueda y reunirlos, para generar un archivo que tengan todo sobre el cenobio en cuestión.

 Es el pueblo y los actuales moradores, los que tenían que sacar pecho de su tierra, y en realidad son los verdaderos propietarios de una historia que los une a su sitio de nacimiento, una tierra con historia. Ellos, los moradores de todo el contorno, cuando hablen del Risco, tienen que saber a qué se refieren, y no solamente, saber que allí pasó algo y que unas ruinas dicen cosas que ellos desconocen, tiene que sentirse propietarios, tanto su territorio, como su legado.

Agradezco a 

José María Hernández Escorial, ese empujón y su colaboración, así como su afecto y cariño a un desconocido, y por creer más aún en mi proyecto que yo mismo. Le dedico a él y a su memoria, este escrito, este libro, o puede que solo sea un montón de líneas puestas en la red. Decir en alto, que le llevaré siempre en mi recuerdo. Que este proyecto, al igual que su último libro, en el que yo colaboré con fotos y que él me agradeció y me dedico un ejemplar y que guardo con todo cariño del mundo y orgulloso de sentirme presente en su última obra, sea una unión inmaterial que el tiempo y que las circunstancias mantienen siempre en mi corazón y en mi memoria.

Jamm.

martes, 15 de abril de 2025

 

Pasando a la página 63


En día indiferente a los demás

A mí, en el corazón una muesca me se instala

Y es cuando el calendario me señala

al despuntar el mes de marzo

 

Apriétame la mano amor

Y respiremos ese tiempo que podamos

caminando por el sendero caprichoso

que tan atónitos miramos

a ese futuro misterioso

 

Esta señal indiferente a los demás

conlleva el cambio distinto

a una vida nueva y a la tercera edad

por lo que ya solos y juntos podemos despertar

en los sueños tan cercanos a la pura realidad

 

Tratemos al destino como un aliado

y a nuestros pensamientos como una filosofía

confiemos en el futuro tan soñado

y en todas esas cosas que habíamos esperado

 que algún día llegaría

 

Nuestros proyectos y futuro van de la mano

disfrutemos de todo lo que el día nos entrega

aunque de momento y al mirar todo parezca muy lejano

porque la única verdad es, 

que todo en esta vida llega.


Jamm.