viernes, 23 de diciembre de 2016




Pino Castrejón-

 -Peña Halcón.

Hay paisajes idílicos por ahí y por allá, si nos pusiéramos a buscar el mejor…seguro que coincidirá con uno en el cual estamos rodeados de amigos y con el clima a favor.

 El  paisaje es lo de menos en cierto sentido. Si te dieran a elegir entre un lugar idílico y una compañía idílica, seguro te pondrían en un aprieto.

 El paisaje puede estar en sitios que nunca pensaste que existieran tan cerca , si desconoces tu terreno, si no has salido nunca por los alrededores de tu ciudad o provincia, el desconocimiento de tu entorno es un inconveniente a la hora de poder hacer comparaciones con otros lugares.

La suerte que tenemos los habitantes de zonas montañosas, es que si encima te gusta salir a la sierra, tienes todo lo necesario para disfrutar del medio ambiente.

Mi mayor sorpresa, desde que estoy con “Caminando”, es descubrir que sitios a los que nunca presté atención por parecerme vulgares y carecer de interés, ahora  me están demostrando que estaba  muy equivocado, doy fe de ello en mis reportajes en este humilde blogs. En el cual demuestro mi torpeza al menospreciar sitios que cuando  paso por ellos cientos de veces, no soy consciente de lo que allí puede haber.


De muestra valga este botón…


El Hoyo de Pinares, nos está dando muchas satisfacciones, en forma de paisajes que nunca pude imaginar. Mi enhorabuena a los responsables de la promoción del pueblo, lo han hecho francamente bien.




Hoyo de Pinares está situada en las estibaciones de la Sierra de Guadarrama y Gredos, en plena depresión del río Alberche. Con una altitud de 850 metros sobre el nivel del mar.
Su origen se remonta a la Edad del Hierro, con pobladores Vetones, también tienen vestigios Godos que nos indican su importancia como lugar interesante.
 Tiene una población de algo más de dos mil habitantes, pero en verano  y con la cercanía con Madrid hace que se multiplique. Está en un hoyo como su nombre indica y rodeado de pinares, como también hace referencia su nombre.
Situada en una encrucijada de carreteras, entre Navalperal de Pinares, Valdemaqueda y Cebreros. Por lo cual su comunicación está muy ramificada. Si pretendes llegar desde Ávila, tienes que coger la Cl-505 dirección a las Navas del Marqués. En el cruce de Navalperal de Pinares, cogemos la AV-502 hasta llegar al pueblo.







El inicio de esta ruta lo marcamos en el Pino Castrejón, al cual se llega des el pueblo cogiendo la carretera de Valdemaqueda, La AV-561. Y como a dos o tres kilómetros existe una salida hacia a la derecha por un camino de tierra poco visible, pero no tiene perdida si se va despacio.
Y con esto empecemos el recorrido…en… El Pino Castrejón…



Según nos aproximábamos, era evidente que el lugar merecía la pena ser visto…

Como podéis ver, la luz una vez más se alió con migo para regalarme unos rayos mágicos que hicieron inmortal el momento.








Os hablaré un poco de este curioso pino piñonero…

"Tiene una altura que supera los 16 metros, y una amplitud máxima de copa de 25 metros, debido a las extensas ramas horizontales que parten de su cruz.

Su perímetro normal, medida de la circunferencia a la altura del pecho, es de 4,78 m, siendo uno de los pinos piñoneros más gruesos de la comunidad de Castilla y León, y el de mayor grosor de la provincia de Ávila.

Con más de 250 años de edad y otros tantos de abundante producción. Se cuenta que este pino ha llegado a producir hasta 2.000 piñas, globosas e inconfundibles, en una única temporada.

Ha estado presente como hito de referencia para los lugareños que trillaban los prados donde se ubica, y aguantaban el implacable sol que caía en los meses de verano a la sombre de su extensa copa."

(Esto reza en el folleto que promociona el ayuntamiento del pueblo y que yo hago saber cómo pregonero de mi propio blogs)






Para empezar la ruta tomamos dirección a la carretera que lleva a Valdemaqueda, la cual seguimos un breve espacio de tiempo.







El Hoyo de Pinares, se va quedando atrás…








      Siguiendo la señalización, que como he dicho en otra ocasión está muy bien hecha por medio de polos pintados esta vez de color azul, en su parte superior, cogemos un camino que poco a poco nos va metiendo en el pinar…








Las vistas que percibimos más que vemos, son fundamentalmente de pino y más pinos…











 Después de una ligera subida iniciamos una bajada pronunciada hacia el río.













Podemos observar que escarcha había en la hierba…
Estaba la mañana fresca pero ideal para andar.






Es hora de presentaros a Peña Halcón, que aparece de frente en la imagen…allí... como parte del decorado, a que parece como  un poco inaccesible  ¿verdad…?

Pues ese es nuestro objetivo para hoy…




Pasamos por un puente, que si bien no hay que decir mucho de él... está en el sitio perfecto para pasar y punto. 




Ojo, estaba con escarcha y resbalaba 

mucho…











La contemplación es mono tema…


Es hora de iniciar otra subida.



Pero tranquilos que no hay que escalar para lograr cima, atacamos a Peña Halcón por atrás, que es menos dura y más llevadera.






Seguimos las señales que como digo son eficaces y cumplen su misión perfectamente.











Ahora a



 “jalar parriba…”


Este Raúl…, tiene que llevar un palo para hacer de bandera, o yo que seeeé…, que tío…














Para subir nos ayudamos de unos hierros clavados en la roca en forma de escalera…

















…y con un trenzado metálico a forma de soga que te permitía agarrarte a él para subir.
















Qué maravilla, qué visas…


¡...y qué acantilado…!
”jooo….

…que miedo…”














Pero es hora de disfrutar del sitio y de sacarnos… cienes y cienes de fotoooos…




























El grupo de montaña de El Hoyo de Pinares se llama curiosamente Peña Halcón.



Una vista del pueblo desde aquí.






El descenso no tiene más dificultad que la subida, pero con un cuidado mínimo, claro.




De pronto aparecieron los verdaderos moradores de Peña Halcón…



… estaban esperando a que nos fuéramos.




Pero disfrutemos de su majestuoso vuelo sobre nuestras cabezas...









Les faltó tiempo para posarse en cuanto nos fuimos.



Tenemos que seguir el camino,…a la pues…







Según íbamos andando la perspectiva sobre la Peña iba cambiando…






El camino no es malo, el desnivel tampoco es muy pronunciado, y el firme es pista forestal.











Parece otra cosa desde aquí ¿verdad…?







El camino señalado te lleva al pueblo, nosotros a cortamos por un atajo que nos lleva al Pino Castrjón.








Pero “algunos” se lían hablar y andar, y no se dan cuenta del detalle de no ir al pueblo y los toca darse la vuelta…








No se pierde de vista tan fácilmente Peña Halcón…




Nos llevamos recuerdos en forma de ramas de donde podemos…para decir que allí había esto…







Llegamos a nuestro inicio con ganas de inmortalizar los últimos momentos con este pino impresionante…



¿Cómo…?

 Pues así…



































 Y no satisfecho con esto solo… a la un 

Mannequin Challenge…








Antes de acabar… una de setas, es tiempo de ellas…









…Y esto es todo… amigos…







 Fin.  


Jamm

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