lunes, 7 de marzo de 2016

Punto geodésico 
Del Cid.

La mañana estaba fría, pero nuestros ánimos no, esos estaban bien seguros de querer salir.
 Al final del día recapacitando sobre la jornada, sacamos conclusiones de varios tipos. La primera y la más importante, y que no llegaríamos a imaginarnos nunca, es la fortuna de no haber podido hacer la ruta en domingos anteriores, fortuna por no correr un riesgo que ignorábamos, debido a que ninguno somos cazadores, y no nos movemos por eso ambientes de cacerías. Bien, pues hubo una de jabalís, y que podría habernos puesto en algún apuro por su importancia y porque recorrió una parte de la ruta que habíamos fijado nosotros. Sin quererlo ni olerlo, bien pudiera haber  tenido otras consecuencias.
La segunda consecuencia, o mejor dicho, conclusión, es que no debemos salirnos de la ruta fijada, y menos meternos en otra por monte bajo. Este el monte bajo, te cierra el camino y acabas buscando un claro para poder salir de donde nunca debiste meterte.





Sanchoreja,




El origen de la ruta la fijamos en Sanchoreja, una población a unos veinte kilómetros de Ávila aprox, por la AV110, que es la carretera de Martiherrero y luego por la carretera;         AV-P-612. 
Al entrar al pueblo, dejamos los coches enfrente de la iglesia, aparcados en una pared donde había un bar, desde allí, encaminamos una calle hacia abajo,
  que pasaba por delante de la misma puerta de ese bar. 
Continuamos bajando en dirección al oeste, hasta pasar un riachuelo por un puente de cemento e iniciar una pequeña ascensión por una rampa.











El Sol nos daba de frente, y era un gran inconveniente a la hora de hacer fotos, pero nos dejó jugar con él un poco…








Parecía que el tiempo nos iba a acompañar, pero más tarde nos dimos cuenta deque eso no iba a ser así. Bueno, hasta una falsa niebla nos engañó también, resultó ser polvo del desierto, pero eso no nos ayudó con las temperaturas.





El destino lo teníamos delante, en alguno collado de los que solo podíamos ver cegados por el sol.



La nieve apareció pronto, no es de extrañar en este tiempo y por que partimos de un punto que está por encima de los 1300 metros de altitud sobre el nivel del mar…




A la izquierda nuestra, en el alto está el Castro de los Castillejos, un enclave Celta que está situado a más de 1500 metros de altura y del cual no queda casi nada, otro día es posible que lo visitemos, o eso pensamos en voz alta al referirnos a él mientra caminábamos.






El entorno es un pedregal como casi todo por esta zona, y en general por esta parte de la provincia…



No puedo resistir, rocas y nuestra imaginación… ¡ya está…!
¿Qué ves…?
Yo, veo un verraco, casi perfecto… ¿vosotros no…?
Lo demás vamos a dejar pensar un poco a cada uno y ya veremos por donde respiran…





La mirada atrás, es un recurso que nunca falla, espectacular…lo que dejamos, no tiene que envidiar nada a lo que nos esta por llegar...




Y sino, fijaros bien…



Continuamos con el camino, pues somos los CAMINANTES

Estamos cerca, los riscos del castro de los Castillejos, se aprecia mejor, allá en lo alto…







Dese este lugar, ya distinguimos dos puntos geodésicos, uno el del Cid y otro lindante con el Castro, 




Este último es el del Cid, pero antes y por cercanía vamos a ver el otro…




Pero no son los únicos que se puede ver, y hay muchos más...





...pero lo primero es lo primero, y ese es el del Cid.



No parece grande pero si lo es…






No contábamos con un elemento disuasorio a la hora de culminar la ruta. Y que este, nos impediría subir a nuestro destino, pero como la edad y experiencia es un grado, usamos este comodín para justificar el hecho de no poder ponernos en píe en el punto geodésico del Cid, a causa de…

¡El puto aire... huracanado de los cojo...s!




Mí cámara hizo de nexo con ese dichoso punto geodésico y nosotros…




…y con lo que me pareció, como es el otro punto que acabábamos de ver…






Reflexión en voz alta:

Lo pequeño no se hace grande, hasta que no sabes bien lo importante que puede llegar ser. Y que con el tiempo, todo vuelve a su tamaño real. El fenómeno espacio-temporal, hace el cambio sin que lo puedas remediar. Para volver a verlo grande, usa tú mente y tú ilusión. 

Y si no, vuelve a ver las imágenes otra vez…

El caso es que nos fuimos de allí, claro…




Este otro punto geodésico le vimos al principio. Marcó la mitad del recorrido, y significó el  cambio de temperatura y de rumbo. 
Y si hacemos caso a Julia, hubiéramos visto otros más…



En esta imagen, se puede apreciar el valle Ambles, con una falsa niebla que no era otra cosa que polvo del desierto. Hubo un momento que nos llegó a preocupar, porque parecía agua, afortunadamente, era solo mierda suspendida en el aire.



Fijaros por donde nos metimos confiados en encontrar un atajo, por medio de todo eso verde que se veía a allá abajo...



 Allá vamos…¿Porque coger el camino que habiamos fijado? si por aquí llagamos antes…






Si nos acordamos del principio de esta narración, ahora nos vamos a encontrar con los dos supuestos. Uno que entramos en una finca, la del Cid que es particular y no lo sabíamos, y la segunda reflexión que nos metimos en monte bajo…bajo…
¿He dicho bajooo…?



El que no se conforma es porque no quiere, y yo no me conformo si no saco partido a este momento…















…ala... podemos continuar…




No voy a contar como salimos de esto, pero salimos…no sabíamos dónde, pero salimos.




Nos encontramos muchas pruebas de que por aquí había muchos jabalís, la tierra estaba hozada y muy escarbada, en busca de esto, creemos que esto les debe gustar mucho.



Más tarde encontramos puestos de tiro en espera para estos bichos. Y también a un amable hombre, que decía que había venido con el señorito, que apareció más tarde. Fue entonces cuando  nos explicó lo de las cacerías, también nos explicó, que nos llevaba observando un rato con los prismáticos. Luego  nos invitó a abandonar, otra vez amablemente, el lugar. Y tuvo la deferencia de indicarnos el camino correcto, es decir, por fuera de la finca.

AMÉN…


…que cuando llegáramos a las casas, que siguiéramos el camino…



Praderas...



...el camino...



Más praderas...




Más camino...




Nos quedaba poco, bajar un na rampa y poco más..



...y llagar al pueblo..



Una de las componentes, tuvo un pequeño accidente y se lesionó la muñeca, pero aguanto lo peor, unas merecidas cervezas con sus aperitivos correspondientes, en ese bar del que partimos al principio,  así que esperamos que al recibo de esta…este ya recuperada, un beso  muy fuerte para ella de todo el grupo.

Ese momento no nos dio tiempo a retratarle, estábamos inmersos en comentar lo del señorito y el monte bajo…con la boca llena claro…




Hasta ahora no quise poner la foto, es decir, la foto de todos los participantes de ese día, pero creo que desde ahora en adelante si lo 
haré.





Fin.
Jamm.










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