Tan Alta como un Ciprés.
Os quiero contar una experiencia, que
para mí marcará un antes y un después en mis relaciones personales. Todo nació
haciendo mi trabajo, el caso es que me aliste a una lucha, cuando vi a unas guerreras
con mucha fuerza y mucho amor própio. No pude
por menos que colaborar con la idea de esa lucha... la lucha contra el cáncer.
Yo estaba allí y no podía ser de otra
manera. He conocido a lo largo de mi profesión a muchos luchadores y
luchadoras, pero estas personas estaban dispuestas a presentar cara a la
enfermedad y mostrar sus rostros de luchadoras, a todo el mundo para decir que
hay esperanza. He conocido personas incluso muy cercanas que sucumbieron, pero lucharon.
E incluso tuvieron la deferencia de decirme adiós en los últimos momentos, y en unas ocasiones me dejaron una sonrisa como recuerdo.
En la película de la vida, vosotras sois
las verdaderas heroínas porque marcáis un frente común y una idea, que la vida es
para usarla. Cuando la vida se ve amenazada, no hay sucumbir al miedo y ser fuertes a
pesar de todos los inconvenientes. Esa idea y esa actitud, está reflejado en el
esfuerzo al que llamáis “Tan Alta como un Ciprés”
Recibid todo mi apoyo, cariño y reconocimiento.
¡VA
POR VOSOTRAS!
La marcha
se hizo en cuatro tramos, la salida desde la iglesia de la Santa con bendición y
todo
…cada
pueblo que pisábamos
era una conquista para nuestro ánimo…
Los
recibimientos fueron emotivos…
…bueno
no todos…
La marea naranja …
…iba
poco a poco caminando…
Cada
pueblo era una nueva
conquista y una nueva satisfacción…
conquista y una nueva satisfacción…
La victoria de la iniciativa era
inminente..
Los caminos
eran fantásticos
y no solo por su encanto...
...sino
por verlos en compañía
de las legiones de buena voluntad...
...que
caminaban sin resentirse
de fatigas y otros daños...
...que no aparecieron en el cuerpo
y menos
en el corazón.
Paisajes que tenían un encanto
muy
particular esos días...
No hay duda,
sabíamos lo que
significaba cada paso...
Vimos cosas que nos hicieron más sabios...
Nuestro paso no dejaba indiferente a
nadie…
Uno a uno, o en tropel...
...el camino es el mismo.
Las gentes del lugar fueron
encantadores
y colaboradores con la causa...
Se brindó por la victoria...
Fueron muchos los sitios
que
inmortalizamos en el corazón...
Las verdaderas protagonistas
nos dejaron
saborear con ellas el triunfo...
Pero esto no acaba aquí
nuestra alma y solidaridad
sigue caminando...
Fin.
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