El Picuezo.
El
Picuezo es un cerrillo, por llamarlo de alguna manera, que se haya en un
enclave muy peculiar. Estoy hablando de los alrededores del Castro de Ulaca, en
Solosancho (Ávila).
En sí, este cerrillo no tiene nada de interés que pueda parecer importante a simple vista, pero eso cambia cuando tienes que llegar a él.
Lo interesante es el trayecto, partimos des de los Palacios, que es como así se llama un anejo de Solosancho donde dejamos los coches, pasando por parte del mismo Castro de Ulaca y cruzando por segunda vez un río que lleva el nombre del Picuezo, que casualidad. Es aquí cuando la cosa cambia, lo digo por el interés que ahora si hay en ese trayecto que estoy comentando.
…no
hay que perder detalle…
Fijaros
en esa piedra que parece que la han puesto un barreno, bien pues algo parecido
pasó, un rayo fue el causante de tal destrozo.
Las
imágenes que se contemplan pese a la climatología son dignas de conservar en
nuestro recuerdo.
Una
vez en el castro, no podemos perdernos los inmensos pedregales que por allí hay…bueno
de eso más tarde hablare…ahora conformaros con las vistas del terreno con
piedras…
El
asombro es total, y si encima alguno nos muestra detalles en los que otros, no
habíamos caído, la cosa tiene ser vista por obligación…
…y
retratada, por su puesto….
Ahora
estamos en un alto encima del Castro, pasada la piedra del agujero, también llamada la Mira, comenzamos el
descenso al río Picuezo…
Delante
tenemos el cerro Picuezo, pero antes tenemos que bajar cruzar el río y subir al
susodicho Picuezo…
Antes
hay que pasar por “Las Chinas”, que son estas dos piedras. Fijaros bien en
ellas y el espacio que queda entre las dos…
Ese
espacio es el que ahora estamos ocupando y comprobando sus verdaderas
dimensiones…y sus detalles, que por aquí guardaron ovejas…
Continuemos
hacia el río…bajemos…y contemplemos, claro…
Una
vez en el río, vemos los pozos que la fuerza del tiempo y del agua esculpen en
las rocas…
…y
los rincones que se esconden detrás de la maleza y que nuestra curiosidad
descubre…
Camino
del Picuezo nos encontramos con el trabajo bien hecho por
parte de la patrulla de retirada de materia orgánica en descomposición, también
llamado “esos mal bichos que vuelan…”
Pero
subamos al Picuezo…
Llego
la hora de la contemplación desde el Picuezo…
Fijaros
bien en las dimensiones de la roca de enfrente…y en lo que sube por ella…
…ahora
mejor, verdad?...
De
camino para el coche, unas vistas generales…
Este
es el Castro de Ulaca visto por la parte sur.
El
paisaje todavía nos quiere sorprender con una cascada…que flipe…
¿Rocas o .... figuras...?
¿Qué opináis…?
Es
ahora cuando hablo de las piedras que nos encontramos, que fueron muchas y muy
curiosas. A todas las sacamos un
parecido con algo. A ver vosotros si opináis lo mismo…
…de esta decíamos que era el primer emoticono
de la historia…
Esta
es un puño cerrado con el dedo gordo a la izquierda…
¿Una
chimenea…por ejemplo…?
En
esta había disparidad de criterios…así..que…pensar vosotros…
Esta
parece la nariz de Pluto…la cabeza es de echarle un poco más de imaginación…
Esta,
en su parte izquierda parece los cuartos traseros de un Verraco celta, el
cuerpo es lo de más.
Pero
no fue el único verraco que encontramos…
…otros
dos juntos…
Esta
es un conglomerado de todo un poco. Unos vimos un claro símbolo fálico, otros
una boca, otros unos pechos…
Pero
si no los veis, no pasa nada, buscar…buscar, que seguro que veréis otras cosas
y seguramente no tengáis la mente tan enferma como nosotros…
Esta
si habéis visto la guerra de las galaxias, es el gusano que vendió la nave del Halcón
Milenario…
Pero
la que se lleva la palma y con la que nos pasamos un buen rato, es esta otra
que no se alejaba mucho de la que acabamos de ver…
Parece
un paisano echándose la siesta, recostado en algo, con una boina, con la mano izquierda en el pecho y con la derecha arroscándose lo “gue…….”
Fin.
Jamm.
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